El golpe de efecto de Valverde

El técnico extremeño tenía muy claro desde hace tiempo qué cuatro piezas podían suponer un gran impulso de calidad para su plantilla. Fernando Llorente, recién fichado por el Sevilla, Asier Illarramendi, que ha regresado a la Real Sociedad, Nacho Monreal, que continuará en el Arsenal, donde es titular, y Raúl García componían el trébol por el que suspiraba Valverde, ya que los contactos por cualquiera de los cuatro podían llevarse adelante. Al final fue el navarro, quizás la figura sobre la que Txingurri tiene depositadas más esperanzas, quien jugará en Bilbao durante las próximas cuatro temporadas.

La cifra de 10 millones de euros (9 fijos y 1 por objetivos accesibles) que el Athletic desembolsará por contar con él sitúan a Raúl García entre los tres fichajes más caros de la historia de Ibaigane, por detrás de Roberto Ríos (cerca de 12) y de Ander Herrera (el club rojiblanco acabó pagando 11 en concepto de traspaso y objetivos). La insistencia de Valverde, para quien el navarro resulta una pieza fundamental en su esquema y jamás se dio por vencido en el proceso de negociación, resultó determinante para que la la directiva presidida por Josu Urrutia realizara un esfuerzo económico considerable y convirtiera al navarro en uno de los mejor pagados hasta que tenga casi cumplidos los 33 años.

Pieza fundamental

Con la incorporación de Raúl García, venerado en El Sadar y en el Calderón y poco apreciado en el resto de estadios, Valverde se garantiza ese impacto en el aspecto batallador, pero, sobre todo, la pegada que tanto ha añorado el Athletic y que monopoliza Aduriz. Salvo Eraso, recién incorporado del Leganés, ningún jugador garantiza la llegada al área rival en la plantilla rojiblanca. Quienes más podrían acercarse a ese rol serían Mikel Rico, abocado a un enorme despliegue en labores tácticas y De Marcos, reubicado de manera definitiva en el lateral derecho. El juego aéreo y la capacidad de sorpresa de Raúl García le convierten en una figura fundamental en el nuevo equipo, donde el vestuario y Valverde le han celebrado su llegada.

Txingurri, que desde el comienzo había apostado por el fichaje del exosasunista como objetivo prioritario, consigue cumplir uno de sus grandes deseos en el Athletic y encontrará numerosas variantes en un futbolista combativo, intenso y versátil, que puede actuar en toda la zona central del campo (desde la defensa hasta la delantera) e, incluso, en la banda, y que en los últimos cursos ha promediado una decena de goles por campaña. Valverde, por su lado, ya ha bendecido su llegada: "Lo da todo por su equipo. Es algo que hemos tenido que padecer cuando nos hemos enfrentado a él y me gusta mucho".