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jon navascués
Viernes, 16 de octubre 2015, 22:07
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La visita de hoy a Tarragona (18 horas, Canal + Liga2) deja entrever varios objetivos importantes a corto plazo, necesarios para poder sentar las bases con vistas hacia un fin más ambicioso. El primero es ganar esa «confianza» en el área rival que le falta al Bilbao Athletic y que le convierte en el segundo equipo menos goleador de la categoría. El siguiente sería el de quitarse de una vez por todas la condena de los desplazamientos. Van cuatro y de ninguno se pudo sacar nada. Por último, puntuar en esta jornada también es fundamental para encadenar por primera vez dos semanas con recompensa tras el buen punto ante el Numancia en La Catedral e intentar quitarse así el dudoso honor de ser el colista de la categoría. Mucho peso.
El Nástic llega a la cita con el filial tras caer eliminado en la Copa del Rey en la tercera ronda, la última a partido único, en casa del Almería (2-1); pero eso no será un hándicap para los de Vicente Moreno, al menos no físico, porque el técnico alineó su plan para emergencias en el torneo del k.o., con lo que Ziganda espera que «solo repita un jugador en el once». Por tanto, en Tarragona han puesto «el foco» sobre el partido de hoy; aunque está por ver cómo interioriza el equipo catalán una eliminación que en absoluto sirvió en bandeja.
Ya anunció el técnico rojiblanco que se trata de un equipo ofensivo, «que será una gran prueba para nuestros centrales». Con la recuperación de Seguín y Remiro, Ziganda echará en falta esta vez a un central natural por la sanción de Unai Bilbao, que solo se pierde este partido, y la baja de Yeray. Saborit tendrá que actuar ahí, «y también tenemos a Vesga y a Undabarrena», pero mientras se pueda, esos dos se quedan en el centro del campo. Por tanto, todo hace indicar que con Iriondo en el lateral izquierdo y Etxeberria «en pretemporada», Iru volverá a las labores de chapa.
En liga, los tarraconenses encadenan una racha negativa de tres jornadas sin ganar, lo que les ha afincado en la zona templada con 12 puntos. No es un equipo muy anotador, aunque al menos se asegura una diana por encuentro y en sus partidos disputados hasta la fecha, el Nástic suele ceder la posesión -que no ofrecer-, y trata de crear un fútbol directo y compensado en campo contrario. Prueba de ello es que cuatro de sus delanteros ya han visto puerta, y que ninguno se carga con toda la responsabilidad. Gbayara y Marc Jiménez llevan dos cada uno, pero Álex López y Xisco Muñoz también han convertido. Además, otro jugador atacante, Giner, suma ya dos asistencias; una cifra que nadie alcanza en el filial.
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