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Lunes, 19 de octubre 2015, 06:28
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Iñaki Williams terminó el partido contra el Deportivo con un sabor agridulce. Por un lado, el empate le dejó un regusto amargo. Por otro, marcó su primer gol de la temporada -su cuarto con el primer equipo-. Un tanto que, además, dedicó a su novia, presente en la grada de Riazor. «Me voy decepcionado porque no hemos podido mantener la ventaja. Nos hemos relajado y por inercia nos hemos echado atrás», musitó cabizbajo.
La temporada del joven delatero Williams ha arrancado condicionada por la lesión de rodilla en Boise y la recaída en Zilina. En La Coruña notó el esfuerzo. «El resultado supone un jarro de agua fría porque nos hemos puesto 0-2. He llegado al tramo final del partido algo cansado», señaló a pie de campo. Valverde explicó después que le relevó porque el extremo lo pidió. «Llevo mucho tiempo fuera y aún no estoy para jugar 90 minutos», indicó más tarde el atacante.
Sus compañeros más veteranos tampoco encontraban explicación a lo sucedido. El Athletic llevaba ocho años sin irse sin ganar un partido en el que llevaba dos goles de ventaja. La última vez que sucedió fue en el viejo San Mamés en noviembre de 2007 y el que se llevó el punto fue también el Dépor. «Teníamos el encuentro en nuestro poder y les hemos dejado que se metan. Son cosas a corregir», reclamó De Marcos, quien se despidió con una frase llamativa: «Pero ya estamos acostumbrados a estas situaciones». «No sabe a derrota porque hemos sumado un punto, pero tenemos la sensación de que nos hemos dejado dos», zanjó San José.
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