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Aduriz y Raúl García tratan de escaparse de sus marcadores en una jugada a balón parado.
Raúl y Beñat lanzan al equipo A
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Raúl y Beñat lanzan al equipo A

Las dianas de los dos fichajes más caros de Urrutia colocan al Athletic en el buen camino en Europa

Javier Ortiz de Lazcano

Jueves, 22 de octubre 2015, 23:35

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El Athletic se batió con grandeza en Belgrado. Allí firmó su mejor partido desde el 4-0 de la Supercopa. En un equipo tan autoritario como anoche el rojiblanco, Raúl García y Beñat firmaron los goles del triunfo. El navarro ha venido para estas cosas, para que Ernesto Valverde tenga otro jugador además de Aduriz para dar en la diana. El de Igorre aterrizó antes. Y también vino para firmar actuaciones como las de ayer: dirigir las maniobras ofensivas de la escuadra y colocar una falta en la red. Son los dos fichajes más caros de la era Urrutia. Se han abonado 9 millones por el navarro y 8,7 por el vizcaíno. Ayer solventaron el choque y dejan al equipo rojiblanco en el buen camino europeo. Esto es, de nuevo como favorito a ser campeón de grupo.

Hay pocos profesionales como Raúl García para sacar provecho de cualquier rendija que le ofrezcan. De Marcos corrió por la banda y llegó hasta la línea de fondo, una situación desconocida en los últimos tiempos. Colocó un centro preciso. El excolchonero maniobró con astucia mientras seguía el contragolpe. Ganó la posición a dos defensores, se elevó con poderío y envió a la red la pelota con un cabezazo picado cruzado al segundo palo.

García reveló que antes del partido los jugadores bromearon con De Marcos, que llevaba unos partidos a un nivel inferior al habitual. «A ver si pones un centro bueno», le retaron. Vaya si lo hizo. El navarro siempre ha sido un jugador muy querido por los compañeros. Actitudes como la que tuvo ayer al acabar el partido, felicitando al de Laguardia por su asistencia explican por qué es así. «Todo el mérito es del centro de Óscar. Un pase así es un caramelo para el que remata».

Se trata de su segunda diana como rojiblanco. La primera la anotó ante el Getafe en su debut. Ha pasado siete partidos en barbecho hasta volver a ver puerta, aunque por el camino ha dejado un par de asistencias a Aduriz. El tanto supuso una merecida recompensa para el Athletic y al pamplonés le consolida como un seguro ante la portería. Ya ha marcado en Europa con los tres equipos que ha jugado, Osasuna (1), Atlético (9) y Athletic (1).

Demuestra su fortaleza en los balones aéreos. Sus dos tantos como rojiblancos han llegado por arriba. Con él, Valverde ha ganado mucho poderío en un equipo que ya era de los más destacados en esta faceta. El del navarro en el Partizan Stadion supone la octava diana con la testa de los bilbaínos este curso. Las otras son de Aduriz (4), Laporte y Sabin Merino (1).

Mensaje abrumador

Valverde ejerció la autocrítica a su manera. No la asumió en público, pero la practicó con su decisión de alinear a su equipo de gala. Que solo cambiara al portero con respecto a La Coruña es un abrumador mensaje de que se equivocó en Holanda. No estaba el grupo como para jugar a sacar a los suplentes, como en Alkmaar, donde cayó 2-1. Anoche puso sobre el campo a su grupo más brillante en el Viejo Continente.

El entrenador estaba inquieto. Una derrota hubiera partido el grupo y casi clasificado al Partizan. Tenía claro que la mejor manera de evitar angustias y circular con cierta calma en la segunda vuelta de la liguilla era ganar en Belgrado. En este sentido, era el de ayer un partido de esos que le gustan a Raúl García. El club local no es de los que pone la alfombra al rival. El ambiente en las gradas, aunque siempre respetuoso, fue muy eléctrico. Era uno de esos duelos cargados de energía en los que aparece la mejor versión del pamplonés.

Casi al final, Raúl García se lanzó en una carrera a la contra detenida por Lekovic al borde del área. Beñat se hizo cargo de la pelota y la colocó en la red de Zivko Zivkovic. Es su cuarta diana en sus 88 partidos con el Athletic, las tres últimas de falta directa. La jugada es la justa recompensa al altísimo nivel que ofrece desde que fue colocado por Valverde en el puesto de medio centro a mitad de la pasada campaña. De la noche a la mañana pasó de ser un fichaje frustrado a un jugador clave.

«Quería tirar la falta por encima de la barrera. He buscado que cogiera portería o que algún rival la desviara. Me alegro mucho porque este gol ha resuelto un partido que debía estar decidido antes y porque personalmente y a nivel de equipo disfruto al máximo», resumió el medio centro.

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