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Carlos Gurpegui.
Un punto más con uno menos

Un punto más con uno menos

Con diez desde el minuto 18 por expulsión de San José, el Athletic falla en el asalto a las posiciones europeas de la Liga

Juanma Mallo

Domingo, 6 de diciembre 2015, 19:26

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Minuto 18. Roja a San José. Por golpear en una jugada sin balón a Charles. Protestas del Athletic que ha firmado una igualada ante el Málaga en esa inferioridad. Los hombres de Ernesto Valverde ha logrado un empate más con uno menos, pero ha fallado en su asalto al Viejo Continente, que se queda a un punto. A pesar de estar con diez, han sido los bilbaínos los que han tratado de buscar la victoria, han luchado, pero han carecido de ideas para romper la coraza de los hombres de la Costa del Sol, que en ataque tampoco son nada del otro mundo. Queda un regusto amargo, debido a que los vizcaínos no han podido lograr el triunfo ante un conjunto que vive en la cola, que solo había sacado un punto a domicilio (en el Bernabéu). Han resistido, pero no han podido lograr una victoria en un pobre duelo que le permitiera seguir con ese ritmo endiablado hacia la zona alta de la tabla.

Ha apostado el técnico por Gurpegui para cubrir la ausencia de Laporte, y ha recuperado al dúo Beñat-San José en la sala de máquinas (ha durado poco por la expulsión en el minuto 19 del navarro), con el retorno de Ander Iturraspe al banquillo. Vamos, que salvo el francés, Valverde ha tirado del plan A, ya que el partido del jueves en la Europa League frente al AZ solo tiene el valor de dar minutos a los menos habituales y, también es verdad, de sumar los euros a la cuenta corriente que la UEFA reparte por punto logrado. Frente a un Málaga defensivo, que no ha marcado a domicilio, era el partido, por tanto, de tirar de los profesionales más en forma para continuar con la escala en la clasificación de la Liga, para colarse en los puestos de privilegio, los que otorgan el pasaporte para viajar por el Viejo Continente.

No obstante, el duelo ha arrancado una pizca frío, sin ese ritmo vertiginoso que suele caracterizar el juego del Athletic. De hecho, la primera oportunidad ha llevado la firma del cuadro de la Costa del Sol. Con una asistencia de Albentosa hacia Amrabat, que se quedaba solo ante Iraizoz. No obstante, listo, el navarro, ha abandonado el área para despejar la pelota. Primer susto. A continuación, Raúl García ha lanzado muy alto el cuero. No había ritmo, tampoco precisión. Era un duelo sin tensión. Hasta que se produjo la expulsión de Mikel San José en el minuto 18. Llegó en una jugada confusa. Rara. De repente, se observa como el navarro empuja a Charles, delantero del Málaga en el centro del campo. El balón está cerca, pero no son los protagonistas en ese instante. El internacional pierde los papeles y responde a una patada del ariete brasileño. El colegiado no ve nada, pero es avisado por el cuarto árbitro. Tras un tumulto, decide expulsar a San José, que protesta de forma airada. Como todo el Athletic. Como Valverde en la banda, que se come al asistente que le ha dicho a Álvarez Izquierdo lo ocurrio. De hecho, esos reproches se saldan con sendas amarillas para Williams y Raúl García. Y también un equipo pasado de vueltas, que reclama, a partir de ahora, cada acción, igual que la grada.

¿Es expulsión? «Lo de San José está justo en la frontera entre conducta antideportiva y conducta violenta al no estar el balón en disputa. Por lo que es criterio arbitral. Algunas veces este criterio te favorecerá y otras no. Lo que tienen que hacer los jugadores es no dejar lugar para interpretaciones», expone el exárbitro internacional vizcaíno Iturralde González en su cuenta de Twitter. Esto es: lo que considere el colegiado. Y como no lo vio; pues lo que apreció el cuarto árbitro.

Pero regresemos al fútbol. El Athletic, pese a quedarse con diez, no se ha escondido. Para nada. Ni una gota. Presionaba arriba, buscaba la portería malagueña. ¿El problema? Las salidas del Málaga, las contras, que han pillado desprevenida en un más de una ocasión a la zaga vizcaína. En una de ellas, Amrabat ha cogido el balón, se lo ha cocinado y se lo ha comido, con un disparo a puerta, cuando tenía un compañero a cada lado para cederle la pelota. Antes, en el minuto 28, un centro de Williams desde la derecha, ha llegado al área, raso, para que Susaeta rematara. Apareció Kameni.

Y no solo se ha producido esa contra del futbolista holandés. Él mismo ha protagonizado otras; la más peligrosa, una en la que Gurpegui ha estado muy listo para birlarle en el área pequeña en el último momento la pelota a Recio cuando iba a rematar. El Athletic, en cambio, no encontraba la vía para penetrar en la zaga malagueña, muy dura, que solo se ha llevado una amarilla en la primera mitad; que no la tuviera Albentosa es difícil de comprender. Y al vestuario. Pitada al árbitro de la grada. Enorme.

En el descanso, ha apostado Valverde por colocar a Iturraspe en el campo. Susaeta ha sido el sacrificado, pese a que Williams y Raúl García cargaban con una amarilla. Nada más empezar, una falta lateral de Beñat al área se ha saldado con un fuera de juego de Aduriz, que se había chocado con Kameni. Ha construido el técnico bilbaíno un 4-4-1. Y ha sido la escuadra vizcaína la que más ha luchado por la victoria. Un potente disparo desde fuera del área de De Marcos, por ejemplo, ha producido un córner. Luego Kameni ha despejado de manera errónea, ha cogido el balón Williams, y la ocasión se ha evaporado: se ha caído el solo en el área. A continuación ha arrancado Beñat con la pelota, y ha encontrado un hueco para pasarle al atacante bilbaíno, que ha controlado muy mal.

A pesar de estar con diez, ha sido el Athletic el que ha puesto las ganas. Los de Javi Gracia se fiaban a las carreras de Amrabat y a la salida de Roque Santa Cruz. Se les notaba el miedo a perder, a que los bilbaínos se adelantaran. Y tampoco es que gozaran de ideas para asustar a los bilbaínos; inquietar, quizá, asustar no. Los bilbaínos vivían a arreones. Con empuje de la grada. «Athletic, Athletic!». «Jo ta ke, irabazi arte!». Ovaciones al derroche, a la entrega de un conjunto con diez que, pese a esta circunstancia, solo ha tenido a Iturraspe como hombre de refresco. Córners y más córners.

A falta de cinco minutos, ha entrado Bóveda por Williams. Ha botada algún córner, y en el último instante ha quitado a Aduriz, que quizá ha firmado uno de sus peores duelos del curso, para sacar a Sola. Pero no ha podido hacer nada. Poco tiempo. Un punto al final para cada equipo.

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