El Bilbao Athletic se desinfla

El partido ha empezado con el filial más enchufado y dueño del mando. Con la posesión de balón mareaba a la defensa vallisoletana, que solo podía replegarse para protegerse de los centros de Saborit y Etxeberria. Ninguno fue rematado, pero Santamaría puso en un par de ocasiones en apuros a Kepa. Poco a poco el Valladolid logró ganar metros, y en un saque de banda se puso por delante. Remiro no sale a tapar, Ramalho no llega a molestar y Roger define por el poste del guardameta. El revés volvió a descolorar a los rojiblancos, que comenzaron a cometer imprecisiones en el centro del campo y a correr más de la cuenta para evitar el segundo que el Pucela rondó en varias ocasiones antes del tiempo de descanso.

Empezó a caer la monumental justo antes de la reanudación. Para afrontar la segunda parte Ziganda no se guardó nada, y puso a Seguín y Villalibre sobre el campo. Iba a por el gol. Pero el cambio de sistema y la lesión de Undabarrena, que fue sustituido por otro delantero, desajustaron al equipo, que hasta los últimos 20 minutos no pisó el área rival. Villalibre, y Ramalho dos veces, fueron los únicos que dispararon las tres ocasiones fuera del marco. El Valladolid no tuvo más que mantener la calma en un periodo en el que el filial sustituyó el orden por la garra. La decimoquinta derrota de la temporada.