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Un aficionado del Marsella sostiene una pancarta con la imagen de Bielsa.
Recobrar la sensatez en el templo del 'Loco'
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Recobrar la sensatez en el templo del 'Loco'

El Athletic busca despejar la decepción tras los encuentros ante el Villarreal y el Madrid para avivar el deseo de levantar un título continental

iñigo crespo

Jueves, 18 de febrero 2016, 00:33

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El empate ante el Villarreal, marcado en rojo para intentar asaltar la cuarta plaza, y la derrota ante el Madrid, que se produjo por errores evitables, minaron el deseo del Athletic de perseguir la Liga de Campeones para la próxima temporada. Con una perspectiva más global, sin embargo, podría decirse que los rojiblancos se encuentran en una posición de privilegio para soñar con conquistar de una vez una competición continental. El Marsella se encuentra engullido por la nostalgia por Bielsa y el orgullo herido, mientras que el equipo de Valverde ha mostrado una capacidad absoluta por competir ante cualquiera, poner contra las cuerdas al Barça y apretar a un Madrid que parece intratable para los mortales en el Santiago Bernabéu.

En la Costa Azul perdura el lamento de haber desaprovechado una ocasión magnífica para regresar a la Champions. El abismo del PSG con respecto al resto de conjuntos es insalvable y sería irreal que los marselleses pensaran en arrebatar el trono al conjunto capitalino. Sin embargo, la presencia de equipos como el Angers y el Caen en los puestos de cabeza durante buena parte de la temporada retratan un Olympique irregular, de comportamiento extraño y un punto depresivo.

Ese carácter grisáceo se debe en gran medida al vacío que dejó Marcelo Bielsa en Marsella, que además ha ido acompañado del anuncio de que el clásico equipo de la Costa Azul se encuentra a la espera de un nuevo inversor que compre el club. El Athletic debe aprovechar esa inconsistencia del conjunto galo para evitar una nueva decepción como la del pasado año, cuando los rojiblancos compitieron por debajo de lo esperado en la fase de grupos de la Champions y quedaron apeados de Europa por el Torino.

A pesar de que Raúl García no haya podido llegar a tiempo para el choque de ida, tal y como el propio navarro habría deseado, el Athletic tiene numerosos motivos que respaldan el optimismo. Por un lado, tiene la certeza de que su potencial no es menor al del Marsella, y que ha recuperado ese don competitivo que exhibió el año que consiguió ascender hasta la cuarta plaza. El criterio que aportan San José y sobre todo Beñat en la construcción del juego y en la consistencia del centro del campo parece tener más aplomo que la medular del Marsella, compuesta por Lass Diarra y Barrada.

Regresos

Los rojiblancos, además, recuperan su frente ofensivo titular (con la salvedad del citado Raúl García). Valverde volverá a contar en las bandas con Markel Susaeta, en plenas condiciones tras no poder jugar ante el Madrid, e Iñaki Williams, que cumplió sanción contra el conjunto blanco. El delantero, además, cuenta con una virtud que le hace diferencial en comparación a sus compañeros. No hay nadie más veloz y vertical en la plantilla.

Los motivos del Athletic por acercarse un poco más a Basilea (allí se jugará la final) son, por tanto, muy sólidos. En los últimos tiempos, además, tanto la plantilla como la afición han señalado la Europa League como un objetivo prioritario, vista la tiranía que ejercen el Barça, el Madrid y en ocasiones el Atlético en la Copa. La posibilidad de ganar una competición continental dispara la ilusión del entorno rojiblanco, cuyo prestigio se vería además extendido en Europa por su repercusión. Tampoco parece del todo descabellado, vistas las declaraciones de intenciones de algunos futbolistas, como Aduriz; los recientes encuentros contra los gigantes de la Liga; la victoria de la Supercopa, y el recuerdo todavía reciente de la final de 2012 en Bucarest.

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