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Aduriz e Iñigo Martínez.
Saben que no es un partido cualquiera
DERBI EN SAN MAMÉS | 18.15 H.

Saben que no es un partido cualquiera

Tres días después de ganar en Marsella, el Athletic busca repetir la experiencia ante la Real

ROBERT BASIC

Sábado, 20 de febrero 2016, 23:51

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Decía Asier Illarramendi hace unos días que la Real Sociedad afronta el derbi de esta tarde «en el mejor momento de la temporada» y que le motiva sobremanera ganar en San Mamés, donde no acabó empadronándose por los pelos. «Es el partido del año», dijo sonriente. En cambio, el Athletic no ha tenido tanto tiempo para pensar en el vecino porque el miércoles viajó a Marsella y el jueves tumbó al OM en el choque de ida de los dieciseisavos de final de la Europa League. El calendario obligaba a priorizar lo más inmediato y atender el compromiso continental, mientras que los guipuzcoanos dispusieron de todas las horas del mundo para pensar en el duelo de hoy, prepararlo y hablar de lo genial que sería profanar La Catedral y dar continuidad a su buena racha. Los hombres de Ernesto Valverde solo pudieron estirar las piernas en la sesión de recuperación del viernes y ayer profundizaron un poco más en el derbi -se trabajó la estrategia-, que, como suele ocurrir en estos casos, va un poco más allá de los tres puntos. Es una cuestión de orgullo.

Tanto los rojiblancos como los txuriurdin coinciden en señalar que en este tipo de encuentros los favoritismos se diluyen en un mar de emociones, pasión y cantidades industriales de motivación que hacen imposible calibrar las fuerzas de ambos contendientes. El Athletic se siente bien, equilibrado y poco vulnerable en San Mamés, donde solo ha caído ante los portaaviones como Barcelona y Real Madrid. Es verdad que el derbi llega apenas 72 horas después de la guerra de las trincheras en el Vélodrome, donde lo mejor fue el resultado, pero el equipo está acostumbrado a la dinámica jueves-domingo-jueves y tiene claro que su sitio está entre los seis primeros. Repetir en Europa es un objetivo irrenunciable y una obligación asumida por toda la plantilla, que ya no se conforma con victorias parciales sino que persigue el triunfo global.

Todavía dentro del estadio marsellés, los jugadores del Athletic cambiaron el chip y comenzaron a hablar del encuentro ante los donostiarras. «Será precioso, pero muy duro», vaticinó Aritz Aduriz, quien lleva cuatro dianas marcadas en los derbis. Quien más quien menos se interesaba por el nivel de frescura del equipo, exigido ahora mismo en dos frentes, y del vestuario solo salían mensajes tranquilizadores. «Físicamente no habrá ningún problema», aseveró Xabi Etxeita, quien se perderá el choque por acumulación de tarjetas. «Duele mucho porque hablamos de un partido al que todo el mundo le gusta jugar», se resignó el central, una de las dos bajas que tendrá Valverde junto a la de Ibai. Porque Raúl García ya ha recibido el alta médica y se estrena en una convocatoria tras seis semanas de convalecencia. Otra novedad es la ausencia de Eraso, su sustituto.

Cuatro años sin ganar

A Valverde le vendrá bien contar con todos sus hombres -y más con Raúl García, que con su carácter ganador contagia al resto de sus compañeros- para intentar romper una mala racha que dura cuatro años. Es el tiempo que el Athletic lleva sin imponerse a la Real Sociedad en San Mamés. La última vez que lo hizo fue el 4 de marzo de 2012, cuando un doblete de Susaeta dejó los tres puntos en casa (2-0). Desde entonces, los rojiblancos suman una derrota y dos empates. «Son partidos en los que las diferencias entre los equipos importan poco porque hay un factor emocional importante por la rivalidad», subrayó ayer Txingurri, quien volvió a recordar que los donostiarras tuvieron toda la semana para preparar la cita de La Catedral mientras que sus hombres se vaciaron en la batalla de Marsella.

A nadie del grupo rojiblanco se le escapa que la Real viene en línea ascendente, con la moral por las nubes tras las últimas tres victorias seguidas -Granada, Espanyol y Betis- y decidida a dar un susto al vecino en La Catedral. «Sería una alegría inmensa», confesó Illarramendi, quien evitó hablar del interés rojiblanco por hacerse con sus servicios. «Estoy donde quiero estar», se limitó a decir, y continuó sonriendo. Los guipuzcoanos sueñan con un triunfo que les acercaría a la parte alta de la tabla y, de paso, les situaría a dos puntos del Athletic. Y es justo lo que pretenden evitar los hombres de Valverde, que buscan aumentar las distancias con el conjunto txuriurdin y progresar en la clasificación con el objetivo de afianzar el suelo europeo que pisan.

Valverde solo tendrá las bajas de Etxeita e Ibai, mientras que Eusebio no podrá contar con Agirretxe, Carlos Martínez y Canales. En cambio recupera a Zurutuza y deja fuera a Granero por motivos técnicos. Será un duelo de alto voltaje, intenso, en el que se verán dos delanteras con mucha dinamita. Aduriz y Williams por un lado -suman 20 goles entre los dos-, y Vela y Jonathas por el otro (10). Tampoco hay que perder de vista a Beñat, constructor del juego rojiblanco, y a Oyarzabal, la última perla salida de la factoría de Zubieta. El derbi contiene todos los ingredientes necesarios para brindar una gran tarde de fútbol. Y acaba de entrar uno más en la cazuela, Raúl García, el picante que faltaba.

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