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Javier Ortiz de Lazcano
Lunes, 14 de marzo 2016, 00:06
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Ha dado muchas vueltas Ernesto Valverde para encontrar un recambio de garantías a Aduriz. Trajo en 2013 a Kike Sola por 4,5 millones. Balance: cinco goles. El Athletic pagó un año después el millón de euros de la cláusula de Viguera. Resultado: tres dianas. Y resulta que el relevo de mayores garantías estaba en casa y había llegado de tapadillo al primer equipo el pasado verano. Responde al nombre de Sabin Merino, un canterano que desembarcó como extremo y que ayer se doctoró como principal alternativa al delantero titular. Su cuenta presenta siete dianas.
Mientras el de Urduliz firmaba su primer doblete como rojiblanco en la posición de nueve, Sola y Viguera mascullaban su mala campaña. El navarro no fue ni convocado por el entrenador que relevó a Aitor Karanka ayer en el Middlesbrough, donde Sola sólo ha jugado 45 minutos desde que llegó. Por su parte, el riojano asumió una vez más que no cuenta para su entrenador. Ni siquiera pisó el campo en un choque cuesta abajo y con un Betis que no dio señales de vida.
Valverde explicó así su plan. «Tenía alguna duda sobre quién iba a ser el delantero. Podían ser Viguera o Sabin. Ha comenzado escorado en la banda con Muniain más centrado». Esa situación duró tan poco tiempo que hubo espectadores que ni lo apreciaron. «El césped estaba mal en la zona central y preveíamos que era mejor jugar con balones largos, algo que le va bien», añadió Valverde.
El entrenador detectó enseguida que el mal estado del terreno favorecía a Merino como delantero centro porque el partido estaba para balones al espacio.
Es el de Urduliz un jugador desenvuelto y con determinación cuando se hace con el balón en el área. Si hay una condición que distingue a los delanteros es que generan sensación de peligro en el área y sus inmediaciones. Y Merino es uno de esos. «Es un jugador que no te ofrece dudas porque siempre te da ocasiones», le elogió Valverde tras el partido de ayer.
San José, que regresó al equipo tras el nacimiento el viernes de su hijo Markel, buscó a Merino como buscaría a Aduriz. Le envió un soberbio pase y el delantero firmó una diana digna del donostiarra. Sobrevivió al filo del fuera de juego, se desmarcó, controló con el pecho y resolvió con un golazo. Lo hizo todo perfecto en esa jugada.
«El centro de San José era muy bueno y era importante hacer un buen control», relató luego. «Hemos debido estar más atentos», se quejó resignado el otro Merino, Juan, el entrenador del Betis con la mirada puesta en el central Pezzela. En su segundo gol de ayer, Merino aprovechó el rechace de Adán a una gran volea de Rico. Un tanto de goleador con olfato.
De la banda al centro
Sin hacer demasiado ruido, se ha asentado con naturalidad en el equipo. Es el decimotecer jugador en minutos jugados. Hasta ahora su principal aportación era plantear competencia en los costados a Susaeta y a Muniain. Desde este momento es además el recambio de Aduriz.
«El míster nos pidió salir mentalizados desde el inicio y lo hicimos. Hemos jugado un gran choque. Estamos en un gran momento y en una dinámica buena», declaró Merino. Modesto, se limitó a definir su partido como «bastante bueno» . Así lo resumió: «He hecho dos goles y he tenido ocasiones para un tercero. Ha sido una pena no lograrlo».
Son ya siete dianas este curso, lo que le coloca a la altura de Raúl García como tercer máximo goleador de la formación, sólo superados por Aduriz y Williams. «Al subir al primer equipo no pensaba en los tantos que podía meter, sino en hacerlo bien», dijo. El puesto de recambio de Aduriz parece estar asignado para él. Lo comprobó el Betis. «Contaba con que igual daban descanso a Aduriz, pero ha salido Sabin y lo ha hecho muy bien», indicó el entrenador bético.
El papel de delantero de referencia no es nuevo para Merino. «En mi primera campaña en el Basconia (2011-12) jugué mucho ahí». Marcó once goles. En el Bilbao Athletic se fue a la banda, pero siguió con su olfato: 18 dianas el pasado curso. «Me he encontrado muy a gusto. Cuando el equipo va bien, todo el mundo disfruta». ¿Se ve como el relevo de Aduriz? «Me siento cómodo en cualquier lado. Ya se verá, pero esperemos que Aritz no falte mucho porque es vital», se despidió.
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