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Galca, actual técnico del Espanyol, pelea por un balón con Javi González y Guerrero en la última victoria.
Una sequía de casi dos décadas
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Una sequía de casi dos décadas

Jugar en el estadio del Espanyol es un calvario para el Athletic, que lleva más de 18 años sin ganar en Liga en feudo ‘perico’

robert basiC

Sábado, 19 de marzo 2016, 00:17

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Hay campos y campos, más o menos sencillos o complicados, con o sin ambiente, calientes o desangelados, atractivos o nada inspiradores, divertidos o aburridos, y luego está Cornellà. Cornellà es algo distinto, un mundo diferente, otra dimensión, al igual que el Montjuic. Más que estadios, que también, son laberintos sin salida para el Athletic. Por un motivo u otro, y no estaría de más encargar un informe que analice en profundidad el fenómeno, los rojiblancos llevan más de 18 años seguidos sin imponerse al Espanyol en su casa en el torneo liguero -sí lo hicieron en Copa, el curso pasado-. Los pericos han tenido épocas mejores y peores, han peleado por meterse en Europa y por evitar el descenso, pero nada de esto importaba cuando recibían la visita de los bilbaínos. Generalmente ganaban o, como mal menor, empataban. «Todos los equipos tienen su campo maldito y parece que el nuestro es el del Espanyol», dice Javi González, quien participó en la victoria del 11 de enero de 1998, la última que consiguió la plantilla en el feudo perico en el torneo de la regularidad. «Este dato debe usarse como una herramienta motivadora», añade Ismael Urzaiz, también presente en aquel encuentro. Ahora, los dos son optimistas. «Estamos en una buena dinámica».

Resulta difícil explicar el balance de doce derrotas y cinco empates en las últimas 17 visitas. Cornellà no es el Camp Nou ni tampoco el Espanyol es el Barcelona, pero los rojiblancos llevan más tiempo sin ganar allí que en el estadio blaugrana -14 años-. De hecho, es el campo de Primera que peor se le da al Athletic. El anterior récord estaba en posesión del Sánchez Pizjuán, que resistió durante 15 temporadas y finalmente fue conquistado el 20 de noviembre de 2011 por la tropa entrenada entonces por Marcelo Bielsa. El marcador final de 1-2 no hizo justicia a lo que se vio en el terreno de juego y el Sevilla todavía le está poniendo velas a la virgen de La Macarena por haberle permitido salvarse de una goleada histórica, de escándalo. Hay otras fortalezas inabordables como las del Bernabéu y El Madrigal (11 años sin sumar), Riazor (7) y el Calderón (5), pero ninguna llega a extremos tan inexplicables como la del Espanyol. Solo cinco puntos sumados de los 51 posibles y 17 goles marcados por los 31 encajados. Un misterio en toda regla.

Hay un antecedente muy cercano en el tiempo que invita a pensar que esta vez sí caerá el bastión de los periquitos. Está fechado en el 4 de marzo de 2015 y ligado a las semifinales de la Copa. Después de salvar el pellejo en San Mamés (1-1), el Athletic hizo un partidazo en Cornellà y pasó por encima de un descompuesto Espanyol (0-2). El equipo guarda muy buenos recuerdos de aquel partido y, lo que es más importante, llega al choque de mañana en una buena dinámica y con confianza. Y es justo lo que necesita para terminar con una sequía que dura casi 20 años, fe y convicción en que con su fútbol y su forma de competir puede llegar al fin del mundo.

«Herramienta motivadora»

«Aduriz es un reto para nuestra defensa», advierte Pau López

  • Pau López, portero titular del Espanyol, tiene claro que el desgaste físico del Athletic en Mestalla no influirá mañana. «Cuando estás en el campo, el cansancio no afecta, quieres dar el máximo y, además, la próxima semana hay parón. Vendrán a darlo todo». El cuadro periquito asume que no está al nivel de los vizcaínos, pero el meta defiende que su grupo puede «plantar cara» a los rojiblancos. Eso sí, siempre que pongan un ojo en Aduriz. «Será un reto para nosotros. Es un grandísimo jugador, lo está demostrando. Siempre ha jugado muy bien y hace muchos goles. Siempre nos ha metido goles. Es un reto para nuestra defensa».

Tanto Javi González como Ismael Urzaiz confiesan su sorpresa cuando se les habla de los 18 años sin vencer en el feudo blanquiazul. «Estoy seguro de que la mayoría de la gente desconoce ese dato», subraya el navarro, quien no recuerda «nada» del último partido ganado en Montjuic. «Solo se me vienen a la cabeza las imágenes del anterior -febrero de 1997-, cuando marqué». Efectivamente, el delantero hizo el segundo -Larrazabal abrió el camino- y selló el triunfo del equipo. Al año siguiente se repitió el guion y, a partir de ahí, el desierto. «Son números que deben ser usados como una herramienta de motivación. Supongo que Ernesto (Valverde) lo verá así también y tratará de incentivar a la plantilla», razona Urzaiz. Insiste en que el Athletic está bien y que disfruta de un alto nivel de «confianza» que le ayudará a afrontar el duelo de Cornellà.

El que lo recuerda todo con una nitidez asombrosa es Javi González. Hasta describe el gol que los bilbaínos canjearon por los tres puntos. «Un cabezazo de Carlos García dio en el larguero y el rechace lo recogió Julen (Guerrero) para marcar», rememora el exlateral rojiblanco, hoy entrenador de cadetes en el Danok Bat. Tampoco encuentra una explicación lógica a la prolongada sequía bilbaína en el feudo espanyolista. «Hay estadios y equipos que se te atragantan y la mala racha no hace más que aumentar. Allí siempre jugamos partidos disputados y Tamudo nos amargó más de una tarde». Pero es positivo de cara al choque de mañana y está seguro de que los hombres de Valverde sabrán imponer su jerarquía y su fútbol ante los de Galca, que pelean en la parte baja de la tabla. «El Athletic tiene que ser el Athletic y mantener su estilo. Debe ser fiel a su forma de jugar y acabar con esta mala racha. Y lo hará», sentencia.

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