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Aritz Aduriz pugna con Mustafi en un césped embarrado.
Cuando el césped es la mayor amenaza
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Cuando el césped es la mayor amenaza

El precario estado del terreno de juego de San Mamés, que acogerá cuatro partidos y un entrenamiento en sólo una semana, eleva el riesgo de sufrir graves lesiones en rodillas y tobillos. El vestuario al completo muestra su enfado y preocupación

iñigo crespo

Sábado, 2 de abril 2016, 00:09

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A Marcelo Bielsa le recorrió un escalofrío al ver que la bota de Javi Martínez se quedó clavada en el césped de Lezama en 2012. Por fortuna, el técnico rosarino no tuvo que lamentar sus peores presagios, que contemplaban una grave fractura en una de las rodillas del navarro, pero pidió intensificar aún más los cuidados de los terrenos de juego de la factoría rojiblanca. A Ernesto Valverde no le obsesiona tanto que el estado del campo sea perfecto. Por eso, sus últimas declaraciones sobre San Mamés, en las que calificaba de «lamentable» la decisión de mantener el partido del filial enn La Catedral, cobran aún más fuerza.

Txingurri es consciente de que la precaria situación que atraviesa el césped de San Mamés no influye ya sólo en el juego, sino que se ha convertido en un auténtico peligro para sus futbolistas, que, además, se encuentran en el tramo decisivo de la temporada. El terreno de juego ha agradecido el respiro que le ha concedido el parón de fútbol de la última semana, pero la sobrecarga de cuatro partidos en sólo ocho días y la probabilidad de lluvia han disparado la alarma de Valverde, que ayer no se contuvo en la sala de prensa.

Las probabilidades de sufrir lesiones graves en un césped en mal estado aumentan de manera considerable, sobre todo en los tobillos y en las rodillas. Y no se trata sólo de cuando el terreno se encuentre embarrado, lo que produce numerosos resbalones que pueden desencadenar esguinces en diversas articulaciones. Si el terreno no es firme, el peligro de padecer sobrecargas es mayor por el esfuerzo de intentar aferrarse a la superficie. Mientras tanto, en las zonas donde la hierba es escasa y cuando el clima es seco, el pie puede quedar apresado y que se produzca un desastroso giro de rodilla.

Apenas de 30 horas

Hasta el estadio más lujoso y preparado estadio de Europa acusaría la cadencia de acoger un partido cada dos días durante una semana -a esto hay que sumar también el entrenamiento del Sevilla en la Europa League-. En el caso de San Mamés, que cuenta con un césped relativamente nuevo y ya dio síntomas preocupantes en los partidos ante el Marsella, el Valencia y el Betis, se dará la circunstancia de que apenas pasarán 30 horas entre el partido de mañana (Athletic-Granada, a las 12.00) y el del lunes (20.30 horas).

No se trata ya de una cuestión estética o de comodidad. El peligro de sufrir una lesión, con el agravante de encontrarse además en la recta final de la campaña, ha calado hondo en el vestuario del Athletic. «Me parece increíble y lamentable, sobre todo porque se amparan en que el Oviedo no quiere jugar. La competición la organizan la Federación y la Liga y son ellos los responsables y los que tienen que decidir», lanzó ayer Valverde.

Las palabras del técnico se sumaron a las que pronunció Xabi Etxeita un día antes, aunque el central se mostró mucho más prudente a la hora de atender a los medios. Por su lado, Iker Muniain, considerado uno de los jugadores más relevantes dentro del vestuario, no ocultó su contrariedad en una entrevista en Radio Nervión. «Tenemos un campo cinco estrellas, uno de los mejores del mundo, y no podemos tener este césped. Además, hay que tener en cuenta el riesgo de lesión que conlleva», concluyó el navarro, que elevó el tono crítico de la caseta.

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