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patxi herranz
Jueves, 14 de abril 2016, 22:34
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El Athletic más fresco en el total de la eliminatoria metió más miedo al Sevilla que la niña del exorcista. Eliminatoria preciosa con incertidumbre total.
Psicosis:
Suspense al estilo Hitchcock. Susaeta tuvo el pase en sus botas en la prórroga pero no entró, luego doble ocasión del Sevilla. Ruleta rusa en el Pizjuán. Era morir o ganar. Y llegaron los penaltis.
A ligar:
No hay tiempo para lamentaciones porque no hay nada que recriminar a un equipo que jugó a ganar. Ahora hay que lograr de nuevo el objetivo de Europa y con este equipazo está hecho.
Damir Skomina:
Ya le había pitado dos semifinales europeas al Sevilla y uno al final coge cariño a los conocidos. Casero como debe ser en estos duelos, tampoco llamó demasiado la atención.
Espinillera de oro:
Para Raúl García, por el gol que llevó a una prórroga inolvidable.
Lo mejor:
Que el Athletic jugó hasta el último suspiro.
Lo peor:
Que en la tanda cayó cruz.
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