El Athletic se la juega fuera

El rendimiento y el fútbol ofrecidos a domicilio son muy deficientes y así lo atestiguan los escasos ocho puntos logrados fuera de los muros de La Catederal, donde el equipo equilibra sus cuentas y compensa sus debilidades de visitante. 24 de sus 32 puntos llevan el sello de Bilbao y ahora toca dar un paso al frente y subir las prestaciones lejos de casa, donde los hombres de Ernesto Valverde jugarán contra cinco de los seis clubes que les preceden en la clasificación menos el Real Madrid y también los cuatro derbis.

Solo la extraordinaria solidez del Athletic como local le permite viajar pegado a los puestos continentales está a dos puntos de la Europa League y a cuatro de la Champions y mantener intactas sus opciones de acabar entre los seis primeros. Para ello necesitará seguir firme en San Mamés, como reconoció Valverde el pasado viernes, y evidentemente mejorar su ratio como visitante. Los rojiblancos llevan más de cuatro meses sin ganar a domicilio, desde que derrotaron al Granada en Los Cármenes. El triunfo está fechado el 21 de septiembre del año pasado, cuando un par de goles de Raúl García y Laporte sirvieron para imponerse al conjunto nazarí. Este triunfo, unido al conseguido ante el Deportivo en Riazor diez días antes, y los posteriores empates frente a Espanyol y Leganés son lo único positivo que se han traído los bilbaínos de sus nueve salidas completadas en la primera vuelta.

Y no solo se trata de los resultados, que también, sino del pobre fútbol desplegado fuera de casa. El Athletic hizo un partido para olvidar ante el Dépor y consiguió los tres puntos con aquel misil de Raúl García desde más de 30 metros. Pasó algo similar en Granada, donde los rojiblancos tampoco hicieron nada del otro mundo y se llevaron el triunfo gracias a otro golazo del mediapunta navarro y una oportuna aparición de Laporte para empujar a la red una peinada de San José. ¿Y qué decir de los sendos empates a cero en Cornellá y Leganés? Que lo mejor de los dos fue el marcador final. El equipo sí estuvo muy bien en el Bernabéu, donde no mereció perder, y en Málaga la tempranera expulsión de Balenziaga acabó por desfondar a los de Valverde, que vieron cómo se les escapaba la victoria en apenas unos segundos con dos tantos de Sandro y Duda.

Calendario exigente

La segunda vuelta ha arrancado con una sufrida victoria ante el Sporting y el Athletic abrirá la campaña de los diez desafíos en el Camp Nou. El calendario como visitante es extremadamente exigente e implica medirse a cinco de los seis equipos que ahora mismo están en las posiciones europeas Barcelona, Sevilla, Real Sociedad, Atlético y Villarreal y disputar los cuatro derbis en Anoeta, El Sadar, Ipurua y Mendizorroza. El compromiso restante es contra el Celta, que también está metido en el pelotón de opositores a una plaza continental al final del curso. Los celestes están haciendo un buen fútbol, aspiran a colarse en la final de la Copa, disputarán los dieciseisavos de la Europa League y van octavos en el torneo de la regularidad, a dos puntos de los rojiblancos.

Tanto los jugadores como Valverde recuerdan que en los últimos años sus segundas vueltas han sido «muy buenas» y confían en dar continuidad a esta tendencia. Si lo hacen, el objetivo de acabar entre los seis primeros será una realidad. En la primera temporada de Txingurri, la 2013-2014, el equipo sacó 27 puntos a domicilio y en la siguiente fueron 25, al igual que en la pasada. Para alcanzar esta media, el Athletic debería sumar 18 en esta fase del campeonato, aunque tal vez le baste con menos si mantiene el ritmo en casa, donde solo el Barcelona ha sido capaz de ganar. Ganar en un sitio en el que los rojiblancos concentran el 75% de los puntos conquistados.

El vestuario emite mensajes de optimismo y confía en mejorar su rendimiento fuera de casa. ¿Que el calendario se endurece? «¡Mejor, cuando tenemos partidos más complicados los solventamos mejor!», prometió hace poco Muniain. Y las promesas hay que cumplirlas.