El uno a uno del Atlético-Athletic: Yeray, el mejor

Transmitió toda la seguridad del mundo al equipo, resolvió el trabajo que tenía con solvencia y solo vaciló en el gol del Atlético. No se entendió con Yeray y tuvo la mala suerte de que el balón pegara al palo, liego a él y se colara en la portería. Es un seguro de vida.

Sufrió con Carrasco y apenas se atrevió a subir. Falló en la marca de Joao Félix en el gol del Atlético porque el portugués le ganó el duelo aéreo. Pero nunca se escondió y trabajó hasta la extenuación. El trabajo no lo negocia el de Laguardia, de nuevo en una final.

Estuvo impecable en las tareas defensivas, rápido en los cortes y expeditivo con los despejes. No se entendió con Simón en el gol del Atlético, pero luego se redimió con un gol que supuso el empate y allanó el camino hacia la victoria final. Gran partido del central.

Magnífico en las coberturas y las ayudas, con una intervención prodigiosa para despejar un peligroso disparo de Carrasco. Rozó el gol en un gran cabezazo que Oblak detuvo sobre la línea. Casi se queda sin cabeza después de una brutal patada de Giménez que pudo hacerle mucho daño.

Aplicado en las tareas defensivas y correcto en su ejecución, el lateral se preocupó más de custodiar su zona de influencia que de pisar el terreno enemigo. Dejó su sitio a Yuri Berchiche a falta de 15 minutos para el final del partido, en el que se vació.

Repitió de nuevo como titular y ofreció una versión gris, alejada de su verdadero potencial. Destacó más por su desempeño defensivo que ofensivo , con un par de buenas intervenciones que evitaron males mayores. Dejó su sitio a Nico Williams, el gran revulsivo.

Con la lesión de Vencedor, el centrocampista fue vestido de titular. Formó pareja con Dani García pero apenas pudo dejar destellos de su calidad. Intervino poco en el juego, pero se fajó con Kondogbia y De Paul. Fue sustituido por Vesga.

Trabajador incansable, afanado en destruir el juego enemigo, ayudó mucho a los centrales y batalló con la caballería 'colchonera'. Dispuso de una buena ocasión, pero remató mal y alto. Participó en el gol de Nico Williams al desviar el balón que llegó las botas del canterano.

Estaba en todos los sitios, canalizaba el ataque rojiblanco y se encargaba de la estrategia. Así llegó el gol de empate de Yeray, a la salida de un córner. Perdió muchos balones, pero nunca dejó de intentarlo, empezaba de nuevo y construía en los metros de la verdad.

Fue el mejor en la primera parte, con varios pases de gol que no supieron aprovechar Williams y Dani García. Reclamó penalti por un pisotón de Kondogbia que el árbitro no sancionó. Sorprendió que fuera uno de los sustituidos.

Lo hizo casi todo bien menos acertar ante Oblak. En el minuto 10 pegó mal a la pelota y su remate lo atrapó el esloveno. También tuvo otra en la segunda parte y de nuevo se encontró con el meta balcánico. Asistió bien a su hermano en otro paradón de Oblak. Solo faltó el gol.

Salió para meter al Athletic en la final. Primero le sacó un gol cantado Oblak, pero a la salida del córner colocó la pelota ajustada al palo derecho que supuso la remontada y la victoria.