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Athletic - Cádiz | Liga Santander Jornada 13: El síndrome del partido tonto

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L.A. GÓMEZ
Athletic - Cádiz | Liga Santander Jornada 13

El síndrome del partido tonto

Cuando nadie lo esperaba, el Athletic firma su peor actuación de la temporada y pierde con justicia ante el Cádiz

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Viernes, 5 de noviembre 2021

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El Cádiz, cuya visita a San Mamés la pasada temporada tanto daño hizo al equipo de Garitano, volvió a causar ayer un destrozo insospechado al Athletic de Marcelino, que de repente, sin que nada hiciera presagiarlo, firmó un partido penoso y se ganó a pulso su segunda derrota de la temporada. La decepción fue muy grande. Y es que, si una sensación venían dando los rojiblancos en lo que va de Liga, era la de ser un grupo sólido, fiable y competitivo, capaz de lograr por fin el ansiado sueño de la regularidad. De ser, en definitiva, un equipo al que no se le pueden escapar en su estadio tres puntos ante el Cádiz. O siendo más precisos: al que no se le pueden escapar tres puntos con toda justicia después de 95 minutos de inoperancia e impotencia.

Athletic

Simón, Yeray, Lekue, Balenziaga, Nuñez, Dani García, Muniain (Serrano m.75), Vesga (Raúl García m.57), Berenguer (Nico Williams m.45), I. Williams y Sancet (Morcillo m.88).

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Cádiz

Ledesma, Haroyan, Torres, Espino, Carcelén (Akapo m.70), Jønsson (Negredo m.83), Perea (Arzamendia m.62), Sánchez (Chapela m.45), Fdez., Sobrino y Lozano (Fali m.70).

  • Gol: Salvi Sánchez (min. 6).

  • Incidencias: 37.581 espectadores en San Mamés.

  • Árbitro: Jaime Latre.

Al Athletic le faltó ayer de todo, como bien dijo Iñaki Williams en unas declaraciones asombrosas por su estupendo nivel de autocrítica. Le faltó ambición, calidad, tensión, actitud, claridad de ideas... Se podría decir que el equipo hizo justo lo contrario de lo que necesita para convertir San Mamés en ese fortín del que tanto se habla. Habrá que concluir, pese a todo, que tampoco podemos hablar de algo inexplicable. Y es que no hay que olvidar que, desde hace años, una de las sorpresas más desagradables que el Athletic da a sus aficionados, un susto sin ninguna gracia, es el partido tonto inesperado.

Es un fenómeno extraño. Una especie de síndrome mental de efectos letales. Nunca hay razones para creer que pueda suceder, nada indica que ese partido tonto vaya a producirse. Es más, todos los indicios apuntan en dirección contraria. Y, sin embargo, de repente los astros se alinean de una cierta manera y sucede. El Athletic sale al campo con una caraja impresionante y se enreda en una sucesión de fallos, imprecisiones y bajadas de tensión. El rival, cualquier rival a poco ordenado que esté, se aprovecha de ello. Lo hizo el Cádiz en la primera parte. Los andaluces se adelantaron en el marcador a los seis minutos por mediación de Salvi y disfrutaron de otras dos buenas ocasiones para ampliar la ventaja en las botas de Perea y en la cabeza de Lozano.

Las respuesta del Athletic no pudo ser más pobre. Se limitó a apretar un poco en el tramo final de la primera parte -hubo incluso un penalti a Sancet que quedó en el limbo-, pero no pasó de ahí, de un cierto postureo. Vencedor se había caído de la alineación en el último momento por problemas estomacales, como les ocurrió en los dos partidos anteriores a Iñigo Martínez y Balenziaga. El tema empieza a ser extraño. Porque, aunque no deja de ser normal que los virus ataquen como fieros 'gurkas' al aparato digestivo de un jugador, que lo hagan siempre en los prolegómenos del partido, en este caso cuando el Athletic ya había dado incluso la alineación titular, es cuando menos desconcertante.

Lo peor, sin embargo, no fue el virus de Vencedor sino el virus de la empanada en todo el colectivo, especialmente en los centrales - lo de Unai Núñez fue terrorífico - como en los futbolistas del frente de ataque, que no dieron una a derechas. Berenguer, de hecho, fue sustituido por Nico Williams en el descanso. No sería extraño que, mientras se duchaba, el exjugador del Torino recordara el partido que hizo hace unos meses ante ese mismo rival. Lo de ayer fue justo lo contrario: la nulidad absoluta.

Tras el descanso, el equipo de Marcelino al menos lo intentó. La entrada de Nico Williams activó la banda derecha mientras la izquierda, como siempre, volvió a ser un secarral. Al menos hasta que Nico Serrano salió en lugar de Muniain en el minuto 75. Lo cierto es que la actuación de los dos jóvenes canteranos, uno en cada banda, fue la única buena noticia del Athletic en la lluviosa noche de ayer. Las decepciones fueron mucho más numerosas. Una de ellas fue Oihan Sancet que volvió a la titularidad y firmó su peor partido, una actuación tan abarrotado de imprecisiones en pases y controles que resultó inexplicable. Marcelino le mantuvo e incluso le retrasó tras la salida al campo de Raúl García, pero fue todavía peor.

Más que merecido, el empate fue posible a base de insistencia. Es cierto que el Cádiz se defendió con orden y oficio, pero había reculado tanto que en alguna llegada pudo sufrir un escarmiento. 'Conan' Ledesma, sin embargo, volvió a brillar en San Mamés, como lo hizo el año pasado. Detuvo un cabezazo de Unai Núñez y, sobre todo, un zurdazo de Nico Serrano en el minuto 80. Un bagaje ofensivo muy escaso el de los rojiblancos, que tienen ahora dos semanas de descanso para recapacitar. Y es que hay algo muy claro: la razón por la que llevan cuatro años fuera de Europa, acabando las ligas en mitad de la tabla, es que todavía no son capaces de evitar partidos tontos como el de ayer.

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