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Atlético de Madrid - Athletic | Supercopa semifinales

Remontada de campeón en Riad

Atlético 1 - Athletic 2 ·

Un gran Athletic vuelve a la final de la Supercopa tras superar con justicia al Atlético con dos goles en el último cuarto de hora

Jon Agiriano

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Jueves, 13 de enero 2022

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A lo grande, con una remontada para recordar, el Athletic estará de nuevo en la final de la Supercopa, un título de prestigio que arde en deseos de revalidar. Visto lo visto este jueves en el estadio King Fahd es obligado confiar en los rojiblancos, que demostraron una personalidad desbordante cuando peor pintaba el partido para ellos. Nunca es fácil doblegar al Atlético de Madrid, ni siquiera ahora que está lejos de su versión monolítica, casi inexpugnable, y el Athletic fue capaz de hacerlo con un final de partido memorable. Y no sólo por los dos goles de un soberbio Yeray y de Nico Williams, cuya entrada al campo en el minuto 69 resultó providencial, sino porque, a partir de ponerse en ventaja, fue capaz de anular al equipo de Simeone, que acabó mostrando una impotencia absoluta.

Atlético de Madrid

Oblak; Vrsaljko, Giménez, Hermoso; Kondogbia (De Paul, 51'); Llorente (Lodi, 46'), Koke (Héctor Herrera, 84'), Lemar (Matheus Cunha, 84'), Carrasco; Correa (Luis Suárez, 71') y Joao Félix

1

-

2

Athletic

Unai Simón; De Marcos, Yeray, Iñigo Martínez, Balenciaga (Yuri, 75'); Berenguer (Nico, 70'), Zarraga (Mikel Vesga, 70'), Dani García, Muniain; Iñaki Williams y Sancet (Raúl García, 70')

  • GOLES 1-0 Joao Félix (61'). 1-1 Yeray (76'). 1-2 Nico Williams (79').

  • ÁRBITRO Cuadra Fernández (Balear). TA: Yeray (83'), Mikel Vesga (89'), Vrsaljko (91').. TR: Giménez (92').

  • INCIDENCIAS Partido de la semifinal de la Supercopa de España disputado en el King Fahd Stadium de Riad ante unos 10.000 espectadores

El Athletic de Marcelino volvió a demostrar que, cuando compite, es como la española cuando besa, que decía el viejo cuplé. Compite de verdad. Ante los grandes suele hacerlo y este jueves volvió a demostrarlo. En muchos de estos partidos a los rojiblancos, este jueves de ese verde pistacho que empieza a ser su color talismán, suele penalizarles la falta de gol. También en esta semifinal hubo un momento, justo después de que un Oblak en su mejor versión sacara dos balones para el empate a Yeray y a Iñaki Williams, en el que se temió de nuevo que esta carencia resultara letal. Sin embargo, el fútbol premió esta vez al equipo de Marcelino, que supo explotar con maestría la debilidad de los colchoneros a balón parado, un defecto que está martirizando esta temporada a la tropa de Simeone.

El partido tuvo un arranque explosivo por parte del Atlético, que además de marcar un gol en fuera de juego a los nueve segundos dispuso de dos oportunidades en las botas de Joao Félix y Correa. Más de un hincha del Athletic se temió lo peor, una empanada de su equipo en esos compases iniciales que podía salirle muy cara, pero fue una falsa alarma. La semifinal entró pronto en los derroteros que se sospechaban de antemano, un duelo táctico en el que el duro trabajo de los dos equipos sin balón se iba a imponer por encima de todo, como viene ocurriendo en los últimos duelos que han enfrentado a Simeone y Marcelino.

Si el Athletic tomó nota de lo ocurrido en los cinco minutos iniciales y se ajustó, el Atlético hizo lo mismo después de una gran ocasión de Williams en el minuto diez tras un pase magistral de Sancet. El delantero bilbaíno quiso colocar su volea con el interior y le salió un golpeo flojo que Oblak no tuvo problemas en despejar. Tras esta jugada, el partido entró en un fase de igualdad y también de algunos bostezos. Ninguno de los dos equipos conseguía darle chispa a su juego de ataque. Todo era demasiado estático y previsible. Se imponía la contención, las decisiones seguras, sin riesgos. El caso es que había menos sorpresas que en la misa de doce.

Como suele ocurrir en estos duelos trabados, con tan poco aire y los dos porteros pasando el rato tranquilos, no tardó en escucharse la palabra detalle. O mejor dicho, detalles. En plural. Suele utilizarse cuando, ante la igualdad absoluta de fuerzas, sólo cabe esperar que algún jugador con talento rompa el guion y se saque un conejo de la chistera. Pero tampoco eso ocurrió. Esos futbolistas no aparecían y el partido siguió en el aire hasta la segunda parte, en concreto hasta el minuto 62, cuando Joao Félix firmó un gran cabezazo lejano pero muy bien colocado. Unai Simón tardó un poco en reaccionar y luego tuvo mala suerte porque el balón, tras tocar en el palo, le golpeó en la espalda y entró.

El Athletic estaba obligado a reaccionar, a desmelenarse en cierto modo, y lo hizo de inmediato. Justo después del 1-0, Oblak atrapó sobre la raya un gran cabezazo de Yeray en un córner muy bien puesto por Muniain. Marcelino decidió mover su banquillo con tres cambios a la vez. Raúl García, Vesga y Nico Williams salieron en lugar de Sancet, Zarraga y Berenguer. En un principio, no parecieron sustituciones muy acertadas, salvo la del pequeño de los Williams. Pero es que esta fue definitiva.

Nico se está agrandando partido a partido. Ya es una realidad. Se puede decir que este jueves se puso en el escaparate internacional. Suyo fue el gol de la victoria, el que hizo definitivamente bueno el empate de Yeray, que en el minuto 76 había aprovechado su segunda gran ocasión ante Oblak, esta vez con un cabezazo inapelable. Fueron dos goles inolvidables, como lo fue la imagen del Athletic en todo ese tramo final, su personalidad competitiva, su afán de victoria.

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