Beñat Prados, de rechazar «muchas veces» a Osasuna a revelación del Athletic

"Vino muy chiquitico con su hermano gemelo. Tenía cinco años y ya se le veían cosas", narra José Luis Nagore, cuando recuerda el día que Beñat Prados (Pamplona, en febrero cumple 23 años) se incorporó a la Txantrea, el club que preside y que lleva 50 años como convenido del Athletic.

Beñat hizo carrera en el fútbol. Su hermano gemelo Javier no. Tras un intento frustrado de avanzar los dos juntos, se dedicó al waterpolo con el que también llegó a la élite. Jugó en el Navarra antes de dejarlo para centrarse en los estudios. No es el único que ha triunfado en la piscina. Su hermana Ariana milita en el Iruña.

Su condición de hincha del Athletic ha marcado la carrera de Prados. Osasuna presiona mucho para conseguir jugadores en los clubes que el Athletic tiene convenidos en Navarra. Prados desde niño mostró fuerza y determinación para decir no a los rojillos "muchas veces".

"Yo siempre he sido del Athletic, lo he tenido muy claro. Muchas veces me ha llamado Osasuna y cuando me llamaba tenía claro que lo que quería era que me llamara el Athletic y no iba. Seguía en la Txantrea, que era convenido del Athletic. Lo que quería era jugar en el Athletic y por eso me vine aquí", relató en octubre a Durangaldeko Telebista. "A mis amigos les gustaría que estuviera en Osasuna, pero no va a poder ser". La lealtad al Athletic por delante de todo.

Beñat llegó a las categorías inferiores del Athletic con 14 años. Se asentó enseguida. Era visto como uno de los centrocampistas del futuro, categoría que compartía con Sancet, Vencedor y Zarraga. Fue llamado por la selección española sub'16 y ascendió con paso firme hasta que recibió su primer golpe.

En 2018 se estrenaba en la División de Honor juvenil. Los rojiblancos se medían al Danok Bat en la primera jornada de Liga. El partido acabó mal para él. Agirrezabala, que debutaba como rojiblanco, cayó encima suyo y le fracturó un radio. Fue operado y acabó el curso con apenas tres partidos. Pese al frenazo, el entonces director deportivo, José María Amorrortu, demostró su firme confianza en él al subirle el siguiente curso al Basconia.

Marcelino García Toral se fijó en él y comenzó a reclutarle para entrenamientos con el primer equipo. la junta de Aitor Elizegi quiso espantar posibles amenazas y le renovó hasta 2025.

La pasada campaña se fue cedido al Mirandés, donde fue un jugador clave para Joseba Etxeberria. "Es un chico completísimo. Tiene notas muy altas en muchos registros. Puede parecer frágil, pero es ganador en los duelos", le elogió el hoy entrenador del Eibar. Y lanzó una premonición: "Tiene todo para incluso poder destacar más en Primera que en Segunda B".

Por ese camino va. Como había jugado la parte final de la campaña en Anduva como central las quinielas le relegaban en la pugna por ser el mediocentro defensivo. Vesga. Dani García y Nolaskoain (brillante en ese puesto en su cesión en el Eibar) aparecían por delante de él. Hoy puede decir con orgullo que ha escalado a la segunda posición y que sólo tiene por delante a Vesga.

Y eso que arrancó desde abajo. Prados ha jugado 673 minutos este curso, pero cerró el mes de septiembre con apenas 44 minutos. Además, sus dos primeras titularidades fueron como lateral derecho y había debutado en Liga como central. Tras jugar ante el Rubí y el Cayón el guión de su primera campaña en el Athletic parecía escrito. Iba a ser un jugador para todo.

Pero ante el Granada fue titular por las bajas de Vesga y Galarreta y su liderazgo encantó a Valverde. "Es un jugador bravo", le elogió. El navarro se vació: "He acabado un poco tieso y con algún calambre".

El entrenador apostó de nuevo por él ante el Atlético Madrid, donde estuvo magnífico. Al concluir ese duelo, su entrenador lo presentó como un futbolista modélico. "Prados es un jugador con casta, desparpajo, que aprieta. Es un futbolista muy del estilo Athletic. Está respondiendo muy bien y estamos encantados". A partir de ahí, cada vez ha jugado más y mejor. La revelación rojiblanca parece no tener límites.

Pese a que lleva casi tantas faltas recibidas (11) como las cometidas (13) sus compañeros han jugado con su nombre y apellido para apodarle 'Beñat Palos'.

Su reiterada apuesta por decir no a Osasuna y jugarse su futuro a la carta del Athletic ha encontrado la gran recompensa que esperaba, va lanzado a ser un jugador clave en los próximos años del Athletic.

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