El Bilbao Athletic vuelve a perder y se encienden las alarmas

Pallarés sigue probando en busca de resucitar a un equipo que solo ha ganado tres partidos de 16 y aparece vicecolista. Ayer colocó bajos palos a un debutante Ispizua y subió a varios futbolistas delBasconia:Peñalver, Varela y un Barandalla que se notó al final del encuentro como lateral izquierdo. Y enfrente se encontró con un rival que estrenaba entrenador y que no había ganado a domicilio. Hasta ayer. Hasta que dio otro golpe al filial.

El conjunto bilbaíno se mostró vertical desde el inicio, con Cabo probando los reflejos de Lucas Díaz en la primera aproximación. El equipo rojiblanco ejercía una presión alta, con Rego y Unai Gómez en la sala de máquinas. Cabo lo intentaba por segunda vez con remate alto escorado. Pero fue Canario el que adelantó al equipo isleño al cuarto de hora. Aprovechó un rechace de Ispizua tras un remate duro de Pastrana en el interior del área. De nuevo, el Bilbao Athletic tenía que remontar.

Dominio sin efectividad

La escuadra vizcaína de Pallarés intentaba elaborar las jugadas desde atrás, sin pelotazos ni rifar la bola, pero asumió algunos riesgos. Los anteriores partidos se habían resuelto en los compases finales, y parecía que en esta ocasión iba a ocurrir lo mismo. No fue así. Rego, que había marcado en El Collao en el descuento, lanzó otro balón desviado a pase de Rincón. El filial dominaba la posesión, con un Rego muy destacado en la conducción. El rival, por su parte, fiaba todo a su amplia gama en la estrategia. Ares se topaba con las piernas de un defensa en un primer disparo, y Unai Gómez desde la frontal hacía lucirse a Lucas Díaz con una palomita. El equipo de Pallarés, lanzado, merecía marcar con otro tiro eléctrico de Adu Ares que despejaba de nuevo Lucas antes del descanso.

En el segundo acto, el Atlético Baleares se estiró en busca del segundo tanto, pero el filial rojiblanco siguió a lo suyo, triangulando con estilo y empujando al ataque con varios centros cruzados buscando rematadores, también con tiros lejanos de Rego y Guruzeta, y un testarazo de Cabo a las manos de Lucas Díaz. Pero no había manera. Las llegadas, además, se fueron espaciando. El equipo de Palma pudo incluso ampliar la ventaja, pero Hugo Rodríguez mandó un balón a las nubes con todo a su favor.

El Bilbao Athletic debía arriesgar. Los minutos se consumían y el juego se espesaba. El filial acababa con Urain y Pascual en el área rival en un intento a la desesperada de empatar, pero ya sin tiempo ni margen de maniobra para que les llegasen balones en condiciones. Y las alarmas se encienden en Lezama.