Hace 18 días, se apagó una vida y se encendió una estrella. Txetxu Rojo ascendió a los cielos convertido en leyenda y dejó huérfanos a los parroquianos de La Catedral, que homenajearon este lunes a un caballero del fútbol con un sentido aplauso. Duró un minuto y pareció una eternidad, justo el lugar en el que se encuentra ahora un futbolis
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