No creo en casi nada. Y cuando tengo que jurar siempre lo hago por la zurda de Txetxu Rojo. Como al llamarme su familia para decirme que se nos había ido. Me propuse no derramar lágrimas. Prefiero recordar la sonrisa de aquel tórrido día en la recepción del Ayuntamiento de Bilbao, durante la Aste Nagusia de 2019, en la que compartimos vino, ri
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