Ponerse de acuerdo respecto a un jugador o al rendimiento de un equipo siempre es difícil. En muchas ocasiones, imposible. Y es que nunca deja de haber un porcentaje de aficionados cuya lectura de los partidos es tan personal y está tan supeditada al estado de ánimo que les provoca el último resultado que no hay manera de conciliarlas con ningu
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión