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Athletic: Marcelino ya tiene el Athletic que quería

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Ignacio Pérez
Athletic

Marcelino ya tiene el Athletic que quería

El rendimiento en los tres últimos partidos muestra la evolución de los rojiblancos, a quienes sigue lastrando la falta de efectividad de cara al gol

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Lunes, 1 de noviembre 2021, 12:22

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Un sola derrota en once encuentros, 18 puntos y una octava plaza con un partido menos en su haber son los datos que marcan la trayectoria del Athletic tras disputarse el derbi. Números que dicen del buen hacer de los rojiblancos en este inicio de temporada y que hablan de que el equipo está capacitado para pelear por las plazas europeas que tiene ante sí. Pero más allá de cifras, el Athletic transmite optimismo por sus sensaciones, por un crecimiento paulatino y por un convencimiento en lo que hace que cada vez se aproxima más a lo que desea Marcelino de su grupo. Cuando se le pregunta al técnico por sus jugadores, destaca que «la afición debe de estar muy orgullosa del equipo, de su actitud, de querer ganar siempre, del juego y de los resultados».

Un espíritu que volvió a quedar reflejado en el derbi cuando al verse por detrás en el marcador, el Athletic se lanzó con todo en busca del empate y tuvo el premio cuando ya las fuerzas flaqueaban y con un futbolista menos sobre el Reale Arena. «Hicimos un gran partido. En mi modesta opinión en el cómputo general del partido fuimos superiores. Maniatamos a un equipo muy bueno, jugamos en su campo, tuvimos más ocasiones, tiramos más a puerta y siempre creímos en nosotros», declaró ayer Marcelino.

Esa es una de las claves del trabajo del entrenador del Athletic. En estos meses, el asturiano ha logrado que sus futbolistas abracen su ideario y que se vacíen en cada encuentro para llevar a cabo lo que plantea. Y no es fácil. Marcelino exige intensidad, una palabra que surge cada vez que los futbolistas hablan de lo que les pide su técnico, un trabajo defensivo colectivo, presión alta y ritmo y velocidad para superar a los rivales. A falta de calidad para superar a los mejores equipos de la Liga, Marcelino apuesta por un fondo físico que se pudo ver perfectamente en el derbi, cuando la Real empezó a acusar en la segunda parte la carga de partidos y el Athletic se lanzó a por el empate.

Los rojiblancos están en la buena línea. Frente a Villarreal, Espanyol y Real Sociedad, los tres rivales en una semana, el Athletic ha demostrado estar en el mejor momento de la temporada en cuanto a ritmo y juego. Y no hay que olvidar que se venía de 22 días de parón tras el aplazamiento del duelo contra el Real Madrid. Pero Marcelino es de los que entrena como juega, y en esas tres semanas se mostró convencido de que lograría dar un salto en cuanto al ritmo y al estado físico de su equipo. «No tenía ningún tipo de duda, de que el equipo no iba a resentirse para nada porque entrena fenomenal y a ritmos muy altos y eso hace que no se note que no hayamos jugado en tres semanas», declaró en San Mamés tras ganar al Villarreal. «Estoy muy contento del rendimiento que estamos sacando de los futbolistas que disponemos», añadió.

Un Athletic incansable

El resultado ofrece un Athletic incansable, que nunca baja los brazos y que se convierte en un rival incomodísimo para los rivales, que no ven cómo crear peligro. Le sucedió ayer a una Real siempre peligrosa y que salvo un par de acciones de Isak no inquietó a Unai Simón. «No concedemos nada y debemos ir a eso», suele decir el técnico para alabar el esfuerzo defensivo que tiene al Athletic al equipo menos goleado de Primera junto al Sevilla, con siete goles encajados en once encuentros. ¿Faltan cosas? por supuesto, pero cada vez menos. En realidad una que trae de cabeza a Marcelino, la falta de gol. El equipo genera ocasiones, remata, pero no acierta. En estos tres últimos encuentros el Athletic ha generado más que el rival -en el recuerdo el espectáculo rematador en el RCDE Stadium que solo sirvió para empatar- pero con once goles en once partidos, la efectividad sigue siendo el asunto pendiente del Athletic para terminar de ser el equipo que desea Marcelino y sus aficionados.

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