Borrar

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

No fue un buen partido, más bien uno trabado, ante un equipo rocoso que juega a lo suyo, a cerrarse atrás y a suministrar balones largos y centros cruzados para los remates de sus dos torres, especialmente Muriqi, que mete miedo como uno de esos ...

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios