Noche de homenajes en La Catedral

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No fue la última Liga rojiblanca porque al año siguiente los mismos protagonistas lograron el doblete, pero sí el primer gran trofeo después de una larga sequía en la que, además, la Real Sociedad se había proclamado campeón de la regularidad las dos ediciones precedentes. Los Dani, Luis de la Fuente, Liceranzu, Andoni Goikoetxea, De Andrés, Patxi Salinas, Gallego, Bolaños, Juanjo Elgezabal, Manolo Sarabia, Noriega, Argote... se impusieron en Las Palmas en la última jornada, pese a empezar por detrás en el marcador con gol en propia puerta, y eso unido a la derrota del Real Madrid en Valencia obró el milagro desatando la locura colectiva en toda Bizkaia. Nadie se quiso perder el recibimiento.

Lo mismo sucedió este jueves en La Catedral, pese a que el horario no ayudaba demasiado. El acto estuvo cargado de emotividad. Tanto que puso en pie a la grada cuando los integrantes de aquella mítica plantilla y el cuerpo técnico, con Javier Clemente a la cabeza, saltaron al césped del santuario rojiblanco. Lo hicieron en los prolegómenos del choque con el entonces capitán de los leones, Dani, y el técnico Clemente portando el trofeo conseguido para las vitrinas rojiblancas en medio de una atronadora ovación. El Athletic cuidó hasta el más mínimo detalle. La ocasión lo merecía y confeccionó camisetas personalizadas con las que los 26 integrantes asistieron a la ceremonia. Faltaban los directivos de aquel año que no recibieron invitación.

¡Athletic, Athletic! fue el grito de guerra que invadió La Catedral. Más de uno cerró los ojos al ver salir a aquel equipo vestido de rojiblanco por el túnel de vestuarios intentando evocar las embarcaciones surcando el Nervión junto a la gabarra. «¡Qué recuerdos! El próximo año hay que traer la Copa a Bilbao, que ya toca ganar de una vez, y repetir aquella celebración», lanzaban emocionados algunos veteranos athleticzales, mientras aplaudían a rabiar a los campeones.

No ha sido el único reconocimiento que ha recibido en lo que va de año aquel grupo de 1983 con motivo del cuarenta aniversario del título. De hecho, la peña El Txistu también les brindó otro cariñoso homenaje a mediados de marzo. El escenario elegido entonces fue el Palacio Euskalduna y contó con cerca de 600 invitados. Y es que aquel hito supuso un antes y un después en la trayectoria del cuadro rojiblanco.

«Marcó nuestras vidas», han confesado en más de una ocasión varios de los héroes. El actual seleccionador de España, Luis de la Fuente, lateral izquierdo de aquel Athletic que pilotaba Javier Clemente, aseguró también en la previa del acto de San Mamés ante un millar de personas, con motivo de un acto organizado por la Federación Vizcaína de Fútbol en el frontón de Miribilla, que uno de los momentos más emocionantes de su trayectoria como deportista «fue la celebración de aquel título recorriendo la ría en gabarra y viendo a tanta gente congregada».

Cuarta jugadora

Daniel Ruiz Bazán, Dani, el capitán del aquel equipo, también ha reconocido en el transcurso de los diferentes actos de homenaje que cuando rebobina y habla de aquellas dos temporadas «me emociono como el primer día». Sólo el paso del tiempo ha permitido apreciar la verdadera dimensión de aquel logro. Y eso que Piru Gainza ya avisó a los protagonistas de que era algo realmente grande. «Nos dijo. 'No sabéis lo que habéis hecho'» desveló hace un par de meses Miguel de Andrés a EL CORREO.

No fueron lo únicos a los que se rindió tributo ayer en La Catedral. Fue una noche de homenajes. En el descanso del encuentro le tocó el turno a la exjugadora Matilde Martínez, conocida futbolístiscamente como Mati, que recibió el premio One Club Woman después de haber militado durante toda su carrera profesional –dos décadas– en el Fundación Albacete. Eli Ibarra, otra leyenda rojiblanca, fue la encargada de entregarle el galardón en el centro del campo.

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Julen Ensunza

Es la cuarta futbolista que recibe esta distinción tras la sueca Malin Moström y las alemanas Pia Wunderlich y Jennifer Zietz. Mati fue una de las artífices del ascenso del Fundación Albacete a Primera y disputó un total de cinco temporadas en la máxima categoría del fútbol femenino. «Deja un hueco tan grande como la huella que quedará. Sin ella no se puede explicar nuestra historia», reconoció el club manchego en la despedida de la que ha sido su emblema.

El Athletic reconoció ayer su trayectoria y el impulso que para el mundo del fútbol femenino supone la carrera de una jugadora como ella, capaz de compaginar su pasión por este deporte con la profesión de enfermera. La entidad bilbaína le hizo entrega de una camiseta rojiblanca con su nombre y una dedicatoria en el que podía leerse: 'Para Mati, One Club Woman 2023'.