Su calvario se acaba. Iñaki Muñoz (Pamplona, 2-7-1978) lo ha pasado mal. Muy mal. Ni siquiera se puede decir que haya tenido un papel secundario en estas tres temporadas en el Athletic, con sólo 25 encuentros disputados. El mediocentro navarro confiesa que muchas veces ha tenido «ganas de llorar» por su situación, por tratar de buscar una respuesta y no hallarla. Sin quejarse, ha acudido de forma puntual a Lezama «como un profesional» - «tengo la conciencia tranquila», recalca-, siendo consciente de que en la convocatoria su nombre no iba a aparecer. «A mí nunca me han dado ninguna opción de nada, ni una continuidad, ni una confianza», se duele, con el tono de un hombre resignado en el presente, pero esperanzado con el futuro: «No tengo ningún motivo para pensar en la retirada».
- ¿Cómo se siente ahora mismo?
- Se me pasan muchas cosas por la cabeza. Estos tres años no han sido como pensaba. También me queda el haber pertenecido a un club que es un privilegio. Eso hace la pena doble: por haber tenido la oportunidad de jugar en el equipo y de no haberme salido bien las cosas.
- Ha hablado de que siente «pena» en estos momentos. ¿Y durante estas tres temporadas?
- Rabia, frustración... Pero también está la idea de que acabo un ciclo aquí, en Bilbao, y se me abre otro en otro lugar. Tengo ese 'gustillo' amargo de que no me han salido las cosas. Y, por otro lado, tengo la ambición de otros retos.
- ¿Qué es lo que más ha echado de menos en este tiempo?
- Jugar. Si no juegas no te sientes útil. Un futbolista debe aportar sus cosas y yo, por unos motivos o por otros, no he podido hacerlo.
- ¿Ya se siente, por decirlo de algún modo, libre?
- Ahora no. El sábado, después del partido, empezaré a pensar. El fútbol tiene sus etapas. Y así como yo acabé en Pamplona con una buena trayectoria, aquí quizá las cosas no han salido como yo pensaba, pero he formado parte de un equipo que ha llegado a una final de Copa, algo histórico. También me llevo los malos momento, porque de todo tienes que aprender. Y a pensar un poco en el futuro a corto plazo. A ver qué es lo que me depara.
- ¿Y qué le espera a Iñaki Muñoz?
- No lo sé.
- Mientras estuvo en el Athletic tuvo alguna oferta. ¿Ahora?
- Nada concreto. Hay que tener tranquilidad hasta que termine la Liga y los equipos sepan dónde van a estar el año que viene...
- Se plantea seguir jugando.
- Es que no tengo ningún motivo para pensar en la retirada, ni mucho menos. Puedo dar muchísimo.
Vueltas y más vueltas
- ¿De dónde saca fuerzas para venir a entrenar cada día, sabiendo que va a servir de poco?
- Es duro. Pero tengo la conciencia muy tranquila de todo el trabajo que he hecho en estos tres años.
- ¿Le dolía ir a San Mamés y ver a los compañeros sobre el césped?
- ¿Dolerme? A veces me sentía hasta incómodo, porque el hecho de no poder jugar cuando tienes unas ganas inmensas es doloroso y difícil de llevar.
- ¿Le ha dicho el 'míster' si mañana estará contra el 'Dépor'?
- Ni idea. Lo espero. Sobre todo por la gente, porque yo quiero despedirme de la gente, por todo el cariño que me ha dado estos tres años. En los malos momentos siempre me ha apoyado, me ha dado ánimos y consejos. Eso es lo que te queda. Va a ser un día muy especial y esperemos que podamos disfrutar juntos.
- Habla de apoyo de la afición. ¿Y en el vestuario?
- Sí. Si este equipo ha conseguido ciertas cosas es por el vestuario, por la gente tan noble que hay.
- Y su familia, ¿qué le decía?
- En mi casa nos han dado una educación ejemplar. Me decían que estaban conmigo, que tenía una trayectoria, que tengo muchísimas cualidades... Que siguiera trabajando al máximo, pero ya hemos visto que no ha llegado nada.
- ¿Se explica su ostracismo? Quizá que le fichase la directiva...
- Pero para fichar por un equipo el entrenador tiene que dar el visto bueno... Le he dado muchísimas vueltas, claro. He pensado el porqué, el cómo... Me pregunto muchas veces lo mismo y, al final, no encuentro respuestas por ningún lado. Está claro que a mí nunca me han dado ninguna opción de nada, ni una continuidad, ni una confianza... Ni siquiera una mínima oportunidad para decir 'oye, se ha visto que no nos has dado el rendimiento que se estima', o lo que sea... No he tenido ni siquiera eso. Y me he comportado como un profesional: venir cada día a entrenar con la máxima ilusión para que el entrenador cambiase de opinión, pero ya hemos visto que no lo ha hecho.
- ¿Cuántas veces ha estado a punto de decir basta?
- Muchos días. Muchos. Pero en caliente piensas burradas por las que luego te arrepentirías.
- Su situación pudo variar si hubiese aceptado alguna oferta
- Pero es que yo me veía capacitado para jugar aquí, para triunfar. De haber sabido todo esto hubiese tomado el camino por ahí...
- ¿Y le ha pedido alguna explicación al técnico?
- No. Simplemente él habrá creído oportuno tirar de otra gente y ya está. Estoy muy tranquilo con el trabajo que he hecho, él decide y es el máximo responsable.
- Momentos duros, muchísimos. ¿Pero el mejor?
- En lo personal, el partido del año pasado contra el Betis. Lo jugué completo, nos salvamos... Y la final de Copa. Tampoco fui muy partícipe y quizá no te sientes tan realizado como otros compañeros, pero lo que vivimos esas semanas y el día de la final fue impresionante.
Despedida sentimental
- En Valencia, muchos compañeros lloraron. ¿Ha llorado Iñaki Muñoz por su situación?
- Sí. Igual que aquel día, cuando muchos compañeros lloraban por la rabia de no entregar el trofeo a la gente. Sí. Yo tenía otros motivos. Pero ganas sí que he tenido y de vez en cuando le das vueltas.
- ¿Y cómo se sentía cuando el 'míster' optaba por reconvertir a un compañero por las bajas en vez de echar mano de usted?
- ¡Imagínese! Vienes todos los días a entrenar y todo eso no se convierte ni siquiera en una oportunidad de ir convocado. Sientes impotencia, ya no sabes qué hacer para poder contar para el entrenador.
- ¿Qué espera de mañana?
- Tener la opción de jugar, de despedirme de toda la gente y llevarme un recuerdo imborrable, para toda la vida, de mi despedida del Athletic.
- ¿Se emocionará?
- No lo sé. Parezco de una forma e interiormente tengo mis sentimientos y mi sensibilidad. Ahora te diría que no, pero hay sentimientos que no se pueden controlar. Si tengo que llorar, lloraré, pero será de alegría o tristeza por marcharme y dejar a toda esta gente aquí.
- ¿Se va con rencor?
- ¿Rencor? No. He hecho mi trabajo. Tampoco me han dejado hacer más, que yo creo que me he merecido algo más. Tampoco quiero darle más vueltas... Ahora sólo quiero despedirme de la mejor manera posible de toda la afición. Que se acuerden de Iñaki Muñoz como un futbolista, pero también como una buena persona.
Reservados todos los derechos. Queda prohibida la reproducción, distribución,
comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos
de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y
escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción
y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa
con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos,
a la que se manifiesta oposición expresa.
Contactar | Aviso legal | Política de privacidad | Publicidad | Mapa Web | Master El Correo