Saalfelden, en la mente del Athletic

Queda poco más de un mes para que el grupo de Ernesto Valverde encare la previa de la Liga de Campeones, la primera etapa de alta montaña en una temporada en la que Txingurri pretende consolidar al grupo en la parte privilegiada de la clasificación. Es el primer plato, ilusionante, en el que los rojiblancos, a menos que el Zénit caiga de forma sorprendente, se enfrentarán a un equipo potente del Viejo Continente; aunque, es cierto, lo mismo pensarán los posibles rivales del primero del torneo de los humildes. Pero aún resta tiempo para ese momento. Hay que esperar. No correr demasiado. Paso a paso. La misión inicial, en este sentido, pasa por desvelar la configuración definitiva de la plantilla. ¿Qué cachorros se mantendrán en el grupo? El técnico quiere examinarles estos días, y hallar un relevo de garantías para Ander Herrera, que este viernes también parte con el United a una gira por Estados Unidos, con Los Ángeles como primer destino.

Pero el media punta es pasado. Al Athletic, ahora mismo, sólo le interesa el presente y el futuro inmediato. Estos días servirán, del mismo modo, para airear la mente de la rutina de Lezama, y para reforzar la conviviencia en un grupo que más que un equipo es una familia. Siempre ha sido el vestuario rojiblanco un ejemplo de unidad, pero la llegada de Valverde ha reforzado esos lazos.

Para eso también sirve una concentración tan lejos de casa. Hoy se presentarán en el hotel a eso de las ocho de la tarde, en una localidad de cerca de 16.000 habitantes, rodeada por Los Alpes, y estaciones de esquí. Y mañana afrontarán el segundo duelo del calentamiento del curso, frente al Al-Hilal. Arranca lo bueno.