La Ertzaintza no aplicará medidas de seguridad especiales en Nápoles

Por eso, la Ertzainza no ha difundido comunicados de aviso a los seguidores vascos, como sí se ha hecho en otras ocasiones. En 2010, se les pidió andar siempre en grupo y por el centro de la ciudad en Bruselas para el partido ante el Anderlecht. Un año más tarde se les recomendó no acudir a los bares de los alrededores del estadio del París Saint-Germain.

Una de las particularidades del partido para los aficionados rojiblancos es que, como sucede en Italia y en cada vez más países de Europa, las entradas son nominales, lo que, en teoría, solo permite entrar al campo a su propietario. Se aplica esta medida por motivos de seguridad (si hay un lanzamiento de objetos se puede localizar al infractor) y para evitar la reventa.

De hecho, podría darse la circunstancia de que se impida el acceso a San Paolo a los seguidores que acudan con localidades expedidas a nombre de otros. Aunque se han dado poquísimos casos, las normas del fútbol italiano recogen la posibilidad de expulsar del estadio a una persona que se cambie de asiento.

La Ertzaintza desplazará a dos agentes al sur de Italia, el número habitual cuando no hay temor a incidentes. Como es costumbre, viajarán con el equipo,mañana, y estarán en permanente contacto con la Policía italiana. Además, acudirán a las zonas de ambiente en las que se muevan los hinchas rojiblancos.

De cara al partido de vuelta, los agentes italianos tampoco han avisado que haya especial peligrosidad con los hinchas del Nápoles, los primeros seguidores rivales que acudirán en grupo al nuevo San Mamés. La pasada campaña, con el campo sin acabar, no había sitio para acoger a todos los seguidores locales. Las normas UEFA obligan al Athletic a enviar el 5% de sus entradas al rival, en torno a 2.500. Las medidas de seguridad dependerán de lo que suceda en el choque de ida, factor clave para conocer el número de italianos que vendrán a Bilbao.

En uno de los fondos

En cuanto a la ubicación de los aficionados rojiblancos en San Paolo, este periódico conoció ayer que serán ubicados en el graderío superior de uno de los fondos del campo napolitano. Será una zona protegida por una malla para evitar el lanzamiento de botellas u otros objetos desde otros sectores del estadio. Es una práctica de protección habitual en las instalaciones italianas, y más teniendo en cuenta que se trata de una de las aficiones más calientes del país.