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Infografía de los viajes que tendrá que hacer la expedición rojiblanca.
Campos lejanos

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El primer partido del Athletic será el 17 de septiembre contra el Shakhtar Donetsk en San Mamés, pero el cuadro rojiblanco deberá viajar a Bielorrusia (30 de septiembre) y a Lviv (25 de noviembre), es decir, a 2.579 y 2.167 kilómetros respectivamente

Juanma Mallo

Jueves, 28 de agosto 2014, 22:12

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El miércoles 17 de septiembre, en San Mamés, arrancará la fase de grupos para el Athletic. El cuadro rojiblanco abrirá su participación en la máxima competición continental arropado por La Catedral, ante el Shakhtar Donetsk (20.45 horas) para luego viajar a Bielorrusia, el martes 30 de septiembre, para medirse al BATE, en una de las mejores fechas posibles, debido a que aún el invierno no se habrá hecho fuerte en esa parte del Viejo Continente. Más tarde, los bilbaínos viajarán a Oporto, para enfrentarse al cuadro de Julen Lopetegui, en un desplazamiento que ya se prevé masivo, aunque los lusos sólo podrán ofrecer al Athletic alrededor de 2.500 entradas (21 de octubre). Luego, como es habitual, los portugueses devolverán la visita a los bilbaínos (5 de noviembre), visitarán a los ucranianos en Lviv, una ciudad muy cercana a Polonia y alejada de la zona de conflicto. Y, cerrará la ronda en casa (10 de diciembre), contra el BATE.

El sorteo decepcionó a quienes desean viajar por Europa con el Athletic. Solo hay un desplazamiento asequible, a Oporto, pero con el inconveniente de que apenas llegarán 2.500 entradas desde Portugal, lo que anuncia una gran batalla por conseguirlas. Acompañar al equipo a Bielorrusia y Ucrania está solo al alcance de unos pocos valientes. "Hay que esperar a otros momentos para viajar. Si se ahorra estos meses, seguro que podemos demostrar en Oporto que tenemos la mejor afición del mundo", indicó el vicepresidente José Ángel Corres.

El Oporto de Lopetegui

El Oporto, también conocido por su nombre en portugués FC Porto, nunca ha bajado de la primera categoría, al igual que los otros clubes grandes del país, Benfica y Sporting de Lisboa.

El curtido Oporto ha confiado en el entrenador Julen Lopetegui la remodelación del doble campeón europeo (1987 y 2004) con la posesión como piedra de toque. En su décimo-novena participación en el formato de Liga de Campeones, tantas como el Real Madrid, Barcelona y Manchester United, "los dragones" han hecho borrón y cuenta nueva respecto a la yerma temporada 2013-2014, cuando no vencieron ningún título y quedaron relegados al tercer puesto en el campeonato luso.

El vasco Julen Lopetegui, antiguo seleccionador de las categorías inferiores de España, convenció a Cristian Tello y Óliver Torres, que llegaron del Barcelona y Atlético de Madrid, respectivamente, en régimen de cesión, y a Adrián López, comprado al Atlético por el Oporto, que gastó 11 millones por el 60% del pase. No paró ahí, pues también aterrizaron el medio centro brasileño Casemiro (cedido por el Real Madrid) y el extremo argelino Yacine Brahimi, procedente del Granada.

Junto a Óliver, estos dos últimos futbolistas son los que más han encantado, sobre todo el internacional argelino. Lopetegui, nacido en Asteasu (Guipúzcoa) hace hoy exactamente 48 años, cerró la comitiva española con el lateral José Ángel (Roma), el portero Andrés Fernández (Osasuna) e Iván Marcano (Rubin Kazan), todos ellos suplentes hasta el momento. Se contrató también al central zurdo Bruno Martins Indi, titular en la selección holandesa en el Mundial de Brasil.

El Shakhtar

El Shakhtar, ganador de las últimas cinco ligas, disputa sus partidos a más de mil kilómetros de Donetsk, junto a la frontera con Polonia. De esta forma, el Athletic no tendrá que acudir a una zona de guerra. Porque al oír el nombre del oponente frente al que abrirá la fase de grupos la tropa de Valverde en San Mamés (17 de septiembre) un escalofrío recorrió al universo rojiblanco. ¿A Ucrania? ¿A Donetsk? Calma. Salvo sorpresa, los rojiblancos no tendrán que acudir al centro del conflicto, a 60 kilómetros del lugar en el que a mediados de julio los rebeldes rusos derribaron un avión con poco menos de 300 pasajeros. No. El Shakhtar disputa sus encuentros en Lviv, un enclave cercano a la frontera con Polonia (a 350 kilómetros de Cracovia), y muy lejos del centro de los combates, a más de 1.000 kilómetros: como de Bilbao a Cádiz.

Esta situación, sin embargo, no ha afectado en el torneo local a los entrenados por el histórico y veterano Mircea Lucescu (habitual del premio al mejor técnico del país), un cuadro teñido de brasileños (13). Marchan líderes con cuatro victorias en otros tantos partidos, diez dianas a favor y una en contra: eso sí, la mayoría se las coló al Olimpik en la última jornada, en un duelo disputado en Kiev. Precisamente, el Shakhtar ha trasladado su sede a la capital, pero prefiere afrontar sus duelos en Lviv, en un moderno estadio inaugurado poco antes de la Euro'12 ganada por España, que acogió tres duelos de aquella competición. «Es como si el Madrid jugara sus partidos en Barcelona», ejemplifica Fernando Melchor, un cocinero de Santutxu que vive en Kiev desde hace más de una década, propietario del restaurante 'La Paella'.

La base de este conjunto que en la última Liga de Campeones derrotó en la fase de grupos a la Real (0-2, en Anoeta, y 4-0 en el Este de Europa) viene de Brasil, con el centrocampista Bernard presente en el último Mundial. Eso sí, varios latinoamericanos estuvieron a punto de desertar tras un amistoso disputado en Francia contra el Lyon poco después del derribo del aparato de la trágica Malaysia Airlines. O les garantizaban la seguridad o nada. Y el conjunto se mudó a Kiev, y a jugar Lviv, una bonita ciudad, tranquila, con un acogedor casco antiguo.

Ganador de la UEFA de 2009, uno de los dos equipos ucranianos, junto al Dinamo de Kiev, que ha logrado un torneo continental, cuentan con pólvora, con hombres como Luiz Adriano, máximo artillero del pasado curso, Alex Texeira... Aunque el gol también tiene sabor nacional: Hladkyi es el que mejor puntería ha mostrado en el torneo local, con tres aciertos. Y no se puede olvidar a Srna, croata, su capitán... Y a Chigrinskiy, aquel central que sólo se paseó por Barcelona.

BATE Borisov, tres veces en la fase de grupos

Sobre el papel, la escuadra del cuarto bombo que cerró el grupo H es la menos fuerte del cuarteto, pero están ante la mejor oportunidad de su historia para acceder a octavos. El BATE Borisov ya tiene experiencia en Europa y además este año han comenzado a jugar como locales en su nuevo estadio, el Borisov Arena con capacidad para alrededor de 13.000 personas, necesario para adecuarse las condiciones que exige la UEFA.

Su plantilla está compuesta por una gran mayoría de jugadores nacionales, y desde que se creara la Vysshaya Liga hace 23 años, han conquistado el título 10 veces, el año pasado la última. Krivets, centrocampista de corte ofensivo, es el pilar del equipo, con 10 tantos en liga y 2 más en las rondas previas europeas. También destacan Gordeychuk y Rodionov con 8 goles cada uno en una competición doméstica de doce equipos que el BATE lidera a falta de una jornada para el final.

Su historia en Champions es reciente. Entraron en la fase de grupos por primera vez en la 2008-2009, cuando también participaron en el grupo H, bastante más complicado aquel año. Con Real Madrid, Juventus y Zenit, el BATE estuvo condenado al cuarto escalón. Eso sí, la Juventus no fue capaz de pasar del empate en sus dos enfrentamientos.

Otra vez accedieron en la 2011-2012, donde corrieron la misma suerte. Barça, Milan y Viktoria Plzen fueron demasiado y solo obtuvieron 2 puntos. Y al año siguiente, en un grupo más accesible con Bayern, Valencia y Lille, un inesperado triunfo ante los germanos y otro ante los franceses les brindó una tercera plaza y la Europa League, en la que cayeron a las primeras de cambio, en dieciseisavos, ante el Fenerbache.

Ahora, en uno de los grupos más asequibles del torneo, con la familiar ilusión que despierta un estadio nuevo, el técnico Alyaksandr Yermakovich está ante su mejor oportunidad para dar un paso adelante.

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