Claudio Barragán se vio sorprendido por la fiereza y el "descaro" del Bilbao Athletic en el arranque del encuentro. Ante la duda de cómo responderían los rojiblancos ante un partido de semejante envergadura y en un escenario imponente como San Mamés, los de Ziganda respondieron con su mejor versión: un ritmo frenético y un fútbol tan ofensivo como equilibrado, que volvió loca a la defensa gaditana. "En el primer tiempo hemos sido un equipo a merced de los chavales", reconoce el técnico del Cádiz, que partía como favorito en la eliminatoria y necesitará ahora una remontada épica para lograr el ascenso a Segunda.
"Hemos estado horrorosos, no tengo nada que decir", admite el entrenador, que no encontró respuesta para el vendaval rojiblanco hasta bien avanzado el encuentro, cuando las fuerzas del filial escaseaban debido al titánico esfuerzo inicial. Eso sí, el equipo amarillo no se rinde y confía en poder darle la vuelta a la decisiva eliminatoria en su estadio el próximo fin de semana. "Por encima de todo quedan 90 minutos, el desaguisado podía haber sido mayor", admite Barragán.
A pesar de la contundente derrota, el técnico visitante sacó la cara a sus futbolistas. "En frente teníamos un rival con mucho descaro muy rápido. No me puedo avergonzar de mis jugadores, confío plenamente en ellos, hemos tenido una mala tarde. El domingo diré si merecemos subir o no. Ahora mismo no merecemos nada", zanja Barragán.