El Athletic no había hecho ni cosquillas al Real Madrid cuando dispuso de una ocasión inmejorable para, al menos, intentar rebelarse contra su destino. Lo habían esculpido en mármol Luka Modric y Karim Benzema con dos goles condenatorios, aunque los rojiblancos apretaron los dientes, buscaron una fisura por la que colar este domingo su fútbol
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