Pinceladas que ilusionan

Pues bien, la llegada del técnico asturiano a Bilbao fue un revulsivo para los rojiblancos y para la afición del Athletic. El equipo cambió e ilusionó y pronto tuvo recompensa tras la conquista de forma brillante de la Supercopa en Sevilla. Se ganó, nada más y nada menos, que al Madrid y al Barcelona. Y se ilusionó, por su juego, a la familia rojiblanca.

Por delante, todavía quedaba por disputar una final de Copa de la temporada pasada. Un partido decisivo que se duplicó después de conseguir, con mucho sufrimiento, llegar a otra. A partir de ahí, empezaron las decepciones.

Los rojiblancos no fueron capaces de competir al nivel que mostraron con anterioridad en ninguna de las dos finales, sobre todo ante la Real. Lo que parecía que podía ser una temporada exitosa, terminó convirtiéndose en una campaña decepcionante al, lamentablemente, no conseguir sacar la gabarra.

Finalmente, el Athletic tuvo opciones de conseguir una plaza europea, aspiró al séptimo puesto que da acceso a la Conference League, pero en las ultimas jornadas los rojiblancos también fueron incapaces de conseguir lograr ese objetivo.

Hoy, solo nos queda esperar las decisiones de Marcelino para afrontar la próxima campaña ya que hay oberbooking de jugadores. Y, de momento, las pinceladas que nos ha mostrado el mister asturiano ilusionan. Solo le falta darles continuidad.