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«Lo primero que he pensado cuando el árbitro ha ido a ver el VAR ha sido 'vaya hombre, tiene que ser un central'». Ernesto Valverde no ocultaba su preocupación, en la rueda de prensa posterior al partido contra el Betis, por la expulsión –roja directa– de Vivian en el tramo final del encuentro tras una dura entrada a Borja Iglesias. Lógica su inquietud. A día de hoy, el de Viandar de la Vera tiene un serio quebradero de cabeza en el eje de la zaga de cara al vital enfrentamiento ante el Villarreal.
¿Por qué? Pues porque a la segura ausencia por sanción del defensa alavés –mínimo deberá cumplir un partido– se suman las bajas por lesión de Yeray e Iñigo Martínez, ambos con diferentes problemas musculares. El técnico rojiblanco, por tanto, sólo tiene a su disposición a uno de los cuatro centrales del primer equipo, Aitor Paredes, de cara a la visita al estadio de La Cerámica. Lo bueno, por decirlo de alguna manera, es que el choque ante el submarino amarillo no tendrá lugar hasta dentro de ocho días –se disputará el sábado día 13– y hay margen para recuperar efectivos.
Este fin de semana no hay jornada de Liga por la disputa de la final de la Copa del Rey entre Osasuna y Real Madrid y eso hace albergar esperanzas de que Yeray o Iñigo Martínez, y en el mejor de los casos incluso los dos, lleguen a tiempo para medirse al cuadro de Quique Setién. El primero ha iniciado un tratamiento específico para solucionar la pubalgia que padece y que le obligó a ser sustituido en el minuto 66 en el choque frente al Mallorca en Son Moix. Desde entonces, trabaja al margen del grupo en Lezama.
Iñigo Martínez, por su parte, sufre una sobrecarga en la pierna derecha que le impide entrenar al mismo ritmo que sus compañeros. La temporada del ondarrutara, que no vestirá de rojiblanco la próxima campaña –todo parece indicar que recalará en el Barcelona–, está siendo un auténtico calvario en lo que a lesiones se refiere. Disputó su último partido el pasado 22 de abril ante el Almería en el Juegos del Mediterráneo con triunfo 1-2 para el Athletic. Durante su ausencia, dos derrotas –Sevilla y Betis en casa– y un empate –Mallorca fuera– para el conjunto bilbaíno.
Dos alternativas
Con anterioridad, Iñigo Martínez ya se había perdido catorce partidos, una decena en Liga y cuatro en Copa –eliminatorias ante Sestao River, Eldense, Espanyol y Valencia–, debido a una fascitis plantar que le matuvo en el dique seco durante nada menos que tres meses y medio. El problema del Athletic en el centro de la zaga, por tanto, no es algo nuevo esta campaña.
De hecho, el preparador rojibanco ya se vio obligado a dar la titularidad a Paredes para formar pareja con Vivian en el trascendental duelo liguero del pasado 22 de enero ante el Real Madrid en San Mamés (0-2), obligado por la lesión de Iñigo Martínez y la ausencia por sanción de Yeray. En esta ocasión, de no recuperarse a tiempo el ondarrutarra o el baracaldés, a Valverde se le presenta una papeleta aún más complicada.
Dos serían las alternativas. Por un lado, reconvertir como central a algún futbolista del plantel o bien echar mano del filial. Si el técnico optase por la primera, Mikel Balenziaga y Dani García son dos de los jugadores que podrían ocupar esa posición. De hecho, el centrocampista de Zumarraga, que en las últimas jornadas está mostrando un gran nivel en la sala de máquinas, ya jugó algunos minutos en esa posición durante la pretemporada en Alemania. A tenor de lo acontecido hasta la fecha, la posibilidad de que Valverde eche mano del Bilbao Athletic parece más remota. En cualquier caso, el de Viandar de la Vera cruza los dedos para recuperar a su teórica pareja titular de centrales para medirse a un rival con mucha pegada como el Villarreal de Setién.
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