El 1x1 del Athletic-Cádiz: Iñaki Willams, el mejor

Vivió tranquilo y desempleado hasta la recta final del partido, cuando apareció con tres paradones para mantener la portería a cero. Primero sacó un peligroso remate de Javi Hernández, luego hizo una obra de arte ante Iza Carcelén y al final detuvo un disparo de Negredo. El internacional es un seguro de vida, una figura clave de este Athletic.

Es difícil evaluar el rendimiento de los defensas cuando no tienen la necesidad de defender. El central estuvo rápido en sus acciones y los cortes, sin dar opciones al incompetente ataque del Cádiz. No sufrió, nunca perdió el sitio y tampoco se complicó la vida. Una tarde plácida en la oficina para el vitoriano.

Firmó un partido sobrio y carente de sustos. Pudo ahorrarse la amarilla que vio por tirar de la camiseta a un rival casi en el banderín del córner del Cádiz. Dispuso de una buena ocasión en la segunda parte, pero su cabezazo salió fuera. Dejó su sitio a Yeray pasada la hora de juego.

Desactivó a Chris Ramos, uno de los principales argumentos ofensivos del Cádiz. No se le vio mucho, aunque intentó aportar por su banda. Probó suerte con un disparo lejano que se marchó fuera. Todavía no está a su mejor nivel, pero se intuye una ligera progresión. Que continúe sería una gran noticia para el Athletic.

Se le notó impreciso y fallón con el balón, además de llegar tarde en varias disputas y dar pases no del todo precisos. Lo arregló con un magnífico centro puesto en la cabeza de Guruzeta, que sirvió para abrir la lata. Reapareció tras lesión y de ahí que sean lógicas ciertas lagunas que dejó ver en San Mamés.

Colocado por delante de los centrales y asociado con Ruiz de Galarreta, el mediocentro no brilló pero cumplió con la parte oscura de su trabajo. Se echan de menos sus incorporaciones desde la segunda línea, incluso en las jugadas a balón parado, porque tiene llegada. Es el ancla rojiblanco, pero de vez en cuando debería soltarse.

Muy buen partido del navarro, quien fue de más a menos. Dejó muchos destellos de calidad y exhibió su clase, indetectable para la defensa del Cádiz. Mandó dos balones al larguero, uno de cabeza y otro tras maniobrar en el área rival, además de ser muy vertical e imparable con el giro orientado y el balón pegado al pie. Así sacó una amarilla a Alcaraz. Valverde le cambió en la recta final.

Es el dueño de la medular rojiblanca. Da gusto verle jugar con criterio, sin prisa, en contacto justo con el balón y generoso en acciones defensivas. Cortó muchos balones, filtró bastantes e hizo jugar al equipo. Está en plena madurez de su fútbol y el Athletic lo agradece. Es indiscutible para Valverde, al igual que Vesga.

Recuperó la titularidad tras la baja de Nico Williams y respondió. Puso un gran centro que Sancet cabeceó al larguero, rozó el gol en un remate desde fuera del área y también en un disparo detenido por Ledesma, Muy activo durante el tiempo que estuvo en el campo, el navarro mostró que puede dar cosas al equipo.

Volvió de sus compromisos internacionales con Ghana y no solo no acusó el viaje sino completó otro buen partido de fútbol. Trabajó, asistió, capitalizó el juego ofensivo del Athletic por su banda y facilitó la vida a todo el ataque rojiblanco. Hizo la jugada del gol de Villalibre, Ledesma le paró un buen remate pero se resarció con un bonito tanto en el minuto 90. Un premio merecido.

Estuvo en todas el delantero, quien fue a la postre el encargado de abrir la lata gaditana. Firmó su tercer gol en cinco jornadas de Liga. Antes había disfrutado de varias ocasiones claras, siempre en situación de peligro. Ledesma le paró un cabezazo, otro se loe marchó fuera, Carcelén le sacó un tiro de la línea de gol... Al final tuvo su premio al convertir el centro de D Marcos.

Después de cuatro meses de ausencia, el central volvió a jugar un partido oficial. San Mamés le recibió con aplausos.

Salió en la recta final del choque.

Entró al final para dar frescura al equipo.

Entró por Berenguer. Estrelló un balón en el lateral de la red.

El primer balón que tocó fue para dentro. San Mamés vibró con el 'búfalo'.

No termina de hacerse con un hueco ni tampoco con minutos. Salir en la recta final del choque con el partido resuelto es muy poco para un futbolista de su categoría. Puede y debe dar mucho más.

Apenas cuenta para Valverde y por eso el gol le viene de maravilla. Hasta el Cádiz solo tuvo un puñado de minutos ante el Betis, pero contra los gaditanos encontró el tanto que alimenta su confianza.