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Una vez más, el Valencia vive sumergido en una de esas crisis de mil demonios que el rival de mañana del Athletic sufre cada pocos ... años. De hecho, a última hora de la tarde de este lunes, el cuadro ché comunicó la destitución de Albert Celades. No sorprende. ¿Por qué? Debido a los malos resultados y a que el técnico catalán estaba enfrentado a un sector importante de la plantilla. Era la gran apuesta del dueño, Peter Lim, y su consejero áulico, el agente Jorge Mendes, pero ni por ésas se ha salvado. Voro, un apagafuegos habitual, toma las riendas de la escuadra. Y ya son seis veces.
Y se produjo el cese a pesar de que el presidente, Anil Murthy, y el director deportivo, César Sánchez, acudieron este lunes a Paterna a trasladar a la plantilla el mensaje que llegó desde Singapur, que Celades se iba a enfrentar al Athletic. Pues no. Con Lim todo puede pasar. Y donde dijo digo...
Antes de la destitución de Celades, ya había aparecido el nombre de Ernesto Valverde como candidato a regresar a un banquillo que ocupó en 2012-13, aunque este periódico ha podido saber que el club no ha realizado ningún movimiento de aproximación al expreparador del Athletic y Barcelona, entre otros. Suena también Karanka.
Las relaciones no eran buenas. «El ambiente estaba fatal. La comunión entre Celades y los jugadores estaba totalmente rota», advierte Pedro Campos, jefe de Deportes de 'Las Provincias'. Los encontronazos se habían sucedido. Maxi Gómez abrió el fuego al encararse con el entrenador. Se enfrentó con él en el vestuario porque siempre es el primer cambio. El técnico le quería apartar, pero la intermediación de los capitanes evitó la represalia. Sobrino también le echó en cara haberle sacado a calentar para no jugar y Guedes se encaró tras un cambio que no le agradó.
En medio de la hoguera, desde el vestuario se hace autocrítica. «Somos profesionales para saber que las cosas se hacen y no se dicen. En lugar de ser nombres tenemos que ser hombres», pidió Jaume Costa tras la derrota en Villarreal del domingo.
Lim designó la Liga de Campeones como el gran objetivo del club. La negativa de Marcelino a tirar la Copa de la pasada campaña para centrarse en el torneo de la regularidad le distanció del propietario. Ni siquiera alzar el título y acabar cuarto restañó una herida que cangrenó con el cese del asturiano el 11 de septiembre y la llegada de Celades.
Cuando se reanudó la competición, el Valencia se veía con opciones de atrapar una de las cuatro primeras plazas. Hoy da el objetivo por perdido tras sumar cuatro puntos de los doce posibles y verse ocho por debajo del Sevilla. Lo peor para sus hinchas es que el hundimiento es cada vez más rápido. Tras las derrotas en Eibar y Villarreal, el Valencia se ha convertido en el primer equipo de esta Liga que acumula dos partidos seguidos sin rematar a puerta.
En el partido de mañana ante el Athletic se juega la séptima plaza y gran parte de sus opciones de Liga Europa. De alcanzar este torneo, sería una meta que no satisfaría las necesidades del club. «No meterse en Champions obligará a Lim a hacer traspasos por setenta u ochenta millones», avisa Campos. Y salvo milagro de Voro, eso sucederá.
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