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El ceño fruncido de Ernesto Valverde siguió desde la banda el escaso juego de su equipo en el Camp Nou, campo maldito para el Athletic. No logra la victoria allí desde 2001. En su anterior etapa al frente del banquillo rojiblanco, Valverde vivió duelo «intensos» contra el Barça de Luis Enrique. Ayer, en cambio, su equipo cayó en voz baja, abatido desde el primer asalto. «Ha sido un día malísimo. No hemos estado en el partido», concluyó.
«Han sido muy superiores. En diez minutos nos han hecho tres goles. El segundo ha sido un jarro de agua fría. Nos ha matado. El equipo se ha resentido. Estábamos intentando hacer una presión arriba, pero... ha sido un día horrible. En los demás encuentros de lo que va de Liga hemos tenido opciones; hoy (por ayer), no», extrajo como conclusión.
Ante los micrófonos, el técnico del Athletic trató de buscar alguna explicación para la versión blanda que había mostrado su equipo, tan agresivo siempre. «Hemos intentado hacer lo que hacemos, sabiendo el riesgo que corremos ante gente con mucha calidad. Y no lo hemos hecho bien. Nos han afectado anímicamente recibir los goles tan rápido. En la segunda parte, hemos tenido un punto de rebeldía, pero ha sido un día duro», insistió.
Valverde quiso blindar el centro de campo con Zarraga y dejó en el banquillo a Muniain y Sancet. «Intentaba reforzar el centro con un jugador dinámico y fuerte como él. Tiene buen disparo. Cuando se ha lesionado Herrera ha salido Dani García con el mismo objetivo. Pero no ha funcionado», admitió.
En el Barça, Xavi alineó a cuatro centrocampistas y colocó a Pedri por la izquierda. Esa jugada sobre el tablero de ajedrez fue clave. «Sí, me ha sorprendido. Antes del partido no sabía si iban a abrir a Balde por una banda y a Dembelé por la otra. Colocar a Pedri en la izquierda nos ha despistado un poco, nos ha descolocado. Nos hemos quedado entre dos aguas. Y con espacios, Dembelé es un jugador increíble», reconoció.
La buena racha inicial del Athletic se ha truncado de golpe. ¿La imagen dada en el Camp Nou será sólo un accidente? «Lo veremos la siguiente jornada. Lo que hemos hecho aquí no es lo que veníamos haciendo. Cuando pierdes, lo más importante es lo que vas a hacer a partir de mañana. Nadie está libre de tener un mal día», tranquilizó. «Tenemos que levantarnos. Es una derrota dura. El contrario ha sido superior. No es la primera vez que pasa. Lo peor son las lesiones (Herrera y Dani García)», añadió.
Con un partido que tan pronto se inclinó en favor del Barcelona, Valverde no quiso pasar revista al rendimiento de los jugadores por los que preguntaban los periodistas. Sobre el duelo entre Nico Williams y Balde, en el que es impuso el azulgrana, el técnico se limitó a recordar que «cuando un equipo te gana así, brillan más los futbolistas que logran la victoria».
Tres años después de su salida del Barça, Valverde regresaba el Camp Nou. Con el Barcelona ganó dos Ligas, una Copa y la Supercopa. Desde su marcha, el conjunto azulgrana ha descendido varios peldaños. El entrenador rojiblanco saludó a viejos amigos, pero no disfrutó de su retorno. «No ha sido un buen día para mí. Hemos perdido de una manera contundente. Teníamos ilusión por este partido y ha sido un jarro de agua fría. Me hubiese gustado tener un retorno mejor».
Se lo amargó, sobre todo, Dembelé, descosido ayer. «Es un jugador de talla mundial. No me hubiese importado que hoy (por ayer) hubiera descansado». La broma le descosió el ceño.
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